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Trama Textil, hilos que tejen sensaciones

Como una partitura musical, el suave pedaleo del telar va dando forma a una hermosa melodía de colores. Tramas geométricas que cobran vida anudadas a cientos de hilos que juegan a crear figuras caprichosas en forma de tejido. Bastidores de madera que fabrican arte entre urdimbres y mallas, transformándose en calados de excepcional belleza entre fibras de lana. Calidez de un oficio artesano, que la historia casi siempre reservó a mujeres, que se resiste a plegarse ante la industria mientras intenta adaptarse a nuevos estilos y modas. Piezas únicas que nacen a un ritmo pausado entre las manos expertas de una tejedora de excepción, Teresa Pérez, y su firma Trama Textil.

Más de 30 años avalan el trabajo de esta artista del telar, una tinerfeña licenciada en Pedagogía que desde muy joven decidió tejer su vida a la de una profesión que descubrió por casualidad. “Cuando tenía 21 años, mi prima Inés García estaba estudiando Historia y, junto a un compañero de clase, hicieron un trabajo sobre los telares en Canarias, por lo que aprendieron el oficio junto a tejedoras tan importantes como Juana Negrín. A mí me encantaba verlos trabajar y un día les pedí que me enseñaran la técnica. Cuando se lo dije a mi tía, me apoyó y me regaló el primer telar que aún conservo. Recuerdo que al traerlo a casa, ellos vinieron a montar los hilos en las tramas, pero al par de días cuando regresaron para explicarme, yo había confeccionado más de metro y medio de tejido por mi cuenta”, recuerda Teresa.

La tejedora Teresa Pérez ante uno sus telares. / Foto. David Domínguez.

La tejedora Teresa Pérez ante uno sus telares. / Foto. David Domínguez.

Teresa Pérez lleva más de 30 años dedicada al oficio de tejedora, creando piezas artesanas con Trama Textil

Un aprendizaje casi instintivo al que se unió su interés por todo lo relacionado con la etnografía y las tradiciones canarias casi en el olvido, un hecho que la hizo volar hasta El Hierro donde tuvo la suerte de aprender, además, a tejer lana. Sus primeras piezas fueron traperas, alfombras y talegas, para lo cual iba por los hoteles recogiendo las sábanas viejas que luego teñía de colores en su taller de La Laguna, fabricando con estas telas unas primeras creaciones que luego vendía entre amigos y familiares. Pero, en 1987, Teresa y su marido tomaron la decisión de trasladarse a vivir a Madrid y, por supuesto, el telar también viajó con ellos.

Entramado de hilos en una de las mallas del telar de la artesana./ Foto. David Domínguez.

Entramado de hilos en una de las mallas del telar de la artesana./ Foto. David Domínguez.

“Comencé a vender mis productos en un mercado de artesanía muy popular que se encontraba en la céntrica plaza de Santa Ana. Allí empecé a hacer chales y bufandas, que tenían gran aceptación. Pero en el año 92 me planteé tener un hijo y decidimos regresar a Tenerife, aunque no por ello dejé el oficio. Ya una vez en la Isla empecé a acudir a diversas ferias de artesanía, hasta que un responsable del Cabildo Insular vio mi producto y me animó a obtener el carné de artesana.”, explica.

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Así fue como Teresa Pérez profesionalizó su labor, lo cual dio paso a obtener ayudas para ampliar su taller con nuevos telares, cinco en total, que le permitieron poder abarcar una mayor gama de productos, siempre respetando la tradición de la tejeduría pero dotando a cada una de sus creaciones de tendencias y contemporaneidad. Un entramado de hilos que al compás de las manos y al vaivén de los pedales se transforma en tejido de lujo para vestir de coquetería la piel femenina o masculina.

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Bufandas, talegas de lana, ponchos, manguitos, chales, pajaritas e incluso artículos para el hogar como colchas, cojines o lámparas conforman el mágico trabajo de Trama Textil, una firma adscrita al colectivo Tenerife Moda que ha sabido adaptarse a ese nuevo mercado que demanda la calidad más artesana. “Al principio trabajaba con colores más naturales y con lana rústica, pero poco a poco he ido perfilando mis piezas con fibras más finas a las que doto de colores únicos para presentar mis colecciones”, indica.

Panorámica del taller lagunero de Trama Textil. / Foto: David Domínguez.

Panorámica del taller lagunero de Trama Textil. / Foto: David Domínguez.

Moda atemporal que nace entre lanas que la propia artesana compra en diferentes zonas de la Península, como León o Barcelona, y a la que también añade la que se recupera en las Islas. “Pertenezco a un colectivo de mujeres que nos dedicamos a viajar por las diferentes cabañas para recolectar la lana que nadie quiere, la cual luego se lava y se utiliza para hilar o, en mi caso, también para enseñar a futuras tejedoras interesadas en aprender este oficio”, detalla la artesana.

Los hilos van cruzándose en el telar formando la trama. / Foto: David Domínguez.

Los hilos van cruzándose en el telar formando la trama. / Foto: David Domínguez.

Lana que se convierte en hilo al pasar por su rueca de elegancia y cuya palidez se tiñe de un sinfín de tonalidades gracias a la labor de un tintorero con el que Teresa trabaja desde hace años. Suaves texturas que se fusionan en su telar con algodones, linos, lurex o detalles de fantasía para dar forma a piezas que visten la moda con sello de autor y que llegan al mercado a precios asequibles. “Mis piezas tienen el precio justo, pues sólo se paga por el material y las horas de trabajo. Lo más caro puede rondar los 250 euros y sería un chal bordado en lurex con aluminio rematando los bordes o un tejido colonial, en el que se tarda hasta 16 horas para confeccionarlo”, puntualiza la tejedora.

La artesana trabaja en su telar. / Foto: David Domínguez.

La artesana trabaja en su telar. / Foto: David Domínguez.

La tejedora repetirá experiencia en Momad Madrid, a donde llevará sus piezas para ampliar mercado

Para Teresa, el secreto de este oficio radica, principalmente, en el pedaleo del telar y en las mallas que tensan el batallón de hilos que irán dando forma y color a lo que su imaginación disponga. “Hay muchos libros con gráficos, pero lo difícil es saber cómo interpretarlos en el tejido. Esta es la base de la tejeduría. En mi caso, trabajo con ligamentos sencillos como el tafetán, que es un hilo que sube y otro que baja, pero que combino con calados o texturas de más volumen para dar forma a tramas originales. Me divierte experimentar e ir probando nuevas cosas. Si siempre hago lo mismo, me aburriría”, matiza.

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Hilos que enhebran flores, espigas o formas geométricas a una red de fantasía de la que saldrá el resultado final. Musas en forma de dibujo que llegan a su telar tras un paseo, de la propia naturaleza o de un recuerdo asociado a la niñez de una artesana apasionada por el tejido. Sueños de lana que han viajado hasta países como Japón, Alemania o Francia gracias a los turistas que han adquirido alguna de estas piezas exclusivas en las diferentes ferias en las que ha participado Trama Textil.

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Con dos puntos de venta actuales, uno en la tienda de M&M de la capital tinerfeña y otro futuro en Santander, aparte de encargos online, la esperanza de esta artesana está ahora en ampliar mercado gracias a su participación en la feria de Momad Madrid el próximo febrero, un encuentro en el que repetirá experiencia junto a Tenerife Moda y en el que presentará su nueva colección otoño-invierno tras el éxito obtenido por Drusa, su anterior propuesta en la que las tonalidades terrosas, verdes y azules tiñeron sus creaciones de auténtica belleza (tramatextil.blogspot.com).

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“Creo que estoy preparada para producir a mayor escala, pues cuento con cinco telares y, además, con la ayuda de mis alumnas para dar salida a las colecciones. No obstante, antes hay que buscar más tiendas interesadas en mi producto y así comenzar a desinstalarme de las ferias. Mi marido, que también es artesano, me dice que si crece la demanda contrate la producción en terceros países, pero no quiero. Prefiero dar trabajo a mi gente”, recalca.

Detalles entre telares. / Foto: David Domínguez.

Detalles entre telares. / Foto: David Domínguez.

Teresa destaca entre sus retos futuros poder viajar algún día a París o a Nueva York para llevar sus creaciones a otros rincones del mundo. Hilos únicos, dibujos inéditos y colores y ligamentos especiales que conforman una trama de suavidad exquisita que no solo gusta sino que enamora, precisamente porque nace desde el corazón de una artista.

Texto: Mónica Ledesma.
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