Arena, fuego y moda ha sido la sorprendente apuesta de la firma francesa Yves Saint Laurent, que ha iniciado una nueva etapa con su primer desfile fuera del calendario parisino eligiendo como escenario las dunas de Maspalomas para presentar su colección primavera-verano 2021.
La marca anunció su abandono de la Semana de la Moda de París el pasado abril, en pleno cuestionamiento de una industria que vio bloqueados sus desfiles por las medidas de confinamiento impuestas contra la pandemia. Consciente de los cambios radicales que suponía esta crisis, YSL decidió «reflexionar» sobre su forma de presentación de tendencias y privilegiar una relación «directa con la gente y su día a día», señaló en un comunicado.
La original pasarela sobre este desierto de arena y sal ha sido retransmitida en redes y, en una primera ocasión, su localización no fue revelada. Por las dunas aparecieron las modelos, vistiendo una línea muy minimalista en la que el color negro es el protagonista exclusivo de la temporada, salpicado por toques de rojo y tonos tierra.
Chaquetas largas con maxihombreras, mallas de ciclista y mangas voluminosas con plumas que contrastan con prendas pequeñas, como bodies ajustados y lenceros y tops cortos, con pantalones y largas chaquetas masculinas.
Promete ser tendencia su recuperación de las bermudas tipo ciclistas, vistas ya la última temporada, que entran en el día a día combinadas con camisas de seda, jerséis de punto y chaquetas de corte recto.
El diseñador belga Anthony Vaccarello, al frente de la firma, no renunció a su ambición por la feminidad más clásica, con unos tacones muy pronunciados pese a los cuales las modelos lograron desfilar sobre la arena, y su amor por toda prenda que deje a la vista las piernas.
Por esto y por la situación geopolítica que viven numerosos países en los que se ha impuesto el confinamiento, Vaccarello rindió homenaje al sueño de un viaje por un desierto de apariencia infinita y a la libertad de movimiento, bajo el título I wish you were here (Ojalá estuvieras aquí).