Elegancia, belleza y, sobre todo, humildad son los rasgos que definen la dulce esencia de un modelo con alma argentina y corazón canario. Lucas Mastrogiuseppe simboliza, casi a la perfección, esa imagen clásica del gentleman que sabe seducir tanto a la cámara como a la pasarela, sobre la cual resalta su piel morena, su pelo castaño, ojos verdes y su 1,90 centímetros de estatura.
El joven top, cuyo porte recuerda al mismísimo David Gandy, afirma que comenzó con 18 años en el mundo del modelaje, participando en algunos desfiles locales en el municipio tinerfeño de Arona, donde ha vivido desde niño. Un mágico universo de focos, moda y pasarelas que le conquistó desde el primer momento y en el que continuó ampliando experiencias al probar suerte en diversos certámenes de belleza masculina de Tenerife.
Tras un tiempo dedicado a esta actividad, Lucas Mastrogiuseppe vio que sus aspiraciones no se cumplían, por lo que decidió aparcar el sueño de ser modelo. No obstante, un amigo decidió llevarlo a la agencia Olé Group, donde logró encontrar un nuevo destino para hacer realidad sus ilusiones. «En el año 2014 me formé como profesional en mi agencia madre y empecé a participar en desfiles para varias firmas del programa Tenerife Moda, dando el salto recientemente a las pasarelas nacionales. Pero, he de aclarar que la mayor parte de mi trabajo ha sido en la Isla», añade.
A pesar de que el modelaje es su modo de vida, realmente la aspiración de este guapo tinerfeño es la de convertirse en un gran actor, por lo cual el pasado año decidió irse a Madrid para probar suerte en este campo, a la par que continuar vinculado al de modelo a través de la agencia de Isabel Navarro. «Ahora me siento más realizado en mi nuevo lugar de residencia, aunque muchas veces eches de menos a tu familia y amigos. Pero, es cierto que fuera de las Islas hay más oportunidades de trabajo aunque la competencia también es mayor», subraya.
«Para ser modelo hay que tener en cuenta muchas cosas, pero lo más importante es tener claro que no eres el único ni vas a ser el centro de atención de cualquier pasarela. Hay que trabajar muy duro, viajar constantemente y, sobre todo, esforzarte en ser el mejor para destacar y encontrar tu hueco. Es una profesión muy complicada y un mundo solitario, en el que se necesita de mucha autoestima para no decaer cuando ves que los proyectos no salen», afirma el maniquí.
En este sentido, Lucas asegura que parte del secreto de su incipiente éxito radica en la humildad. «Si vas de creído no se abren tantas puertas aunque tengas un físico o un cuerpo bonito. Por ello, mi mejor tarjeta de presentación es ser ante todo yo mismo y dialogar con diseñadores, modelos, estilistas o peluqueros, mostrándote como eres y siempre siendo sincero».
Es por ello, que se autodefine como una persona extrovertida y seria, por lo que cualquier propuesta de trabajo supone para él un reto personal para continuar aprendiendo. «He hecho hasta una sesión de bodypainting o fotografías bajo el agua, pues creo que de toda experiencia se obtiene siempre un resultado», puntualiza.
Camaleónico y versátil ante la cámara, el modelo reconoce que su formación como actor también le ha servido de ayuda para abrir camino en este complicado mundo de la moda, aunque sabe que aún le falta mucho por recorrer para llegar a ser un gran profesional a nivel nacional o internacional. «Mi sueño es desfilar algún día en París, Londres o Milán, pero voy paso a paso. De momento, y gracias al diseñador Lucas Balboa, a quien considero mi mentor, he podido hacerlo a nivel nacional, una experiencia que volveré a repetir en la Fashion Week de Madrid el próximo febrero y con la que estoy muy ilusionado», anuncia.
Una firma masculina para la que ya ha trabajado en sucesivas ocasiones y a la que se suman, además, otras recientes como son Cortefiel, Springfield, Timberland, Pedro del Hierro, Encomer, El Armario de la Tele, Néstor Rodríguez, Silbon y Geyma, de las cuales ha sido imagen en catálogos o pasarela.
Asimismo, entre sus metas a corto plazo como actor indica que está pendiente de un casting para una serie de televisión, así como para una próxima película, pero lo más inminente llegará a finales de este año, cuando se estrene el filme ‘La niebla y la doncella’, del director Andrés M. Koppel, en el que ha tenido un destacado papel.
Pese a estos pequeños avances en su carrera, Lucas Mastrogiuseppe es consciente de que la vida de un modelo, al igual que la de un actor, no solo es efímera, sino que depende de la suerte. Por ello, guarda un as en la manga por si en un futuro sus sueños no llegan a convertirse en realidad. «Mi aspiración es estudiar Magisterio para ser profesor de Educación Física, aunque de momento me estoy formando como personal trainer y experto en nutrición. Si finalmente no encuentro mi espacio, pues me centraré en el mundo del deporte, mi otra pasión», concluye.
Texto: Mónica Ledesma.