El mar ha dejado de ser azul para teñirse de colores. Un océano de moda que huye de tendencias para nadar entre originales creaciones, funcionales y muy versátiles, que han contribuido a consolidar el nombre de una firma tinerfeña que, en sus seis años de vida, ha logrado convertirse en uno de los referentes del sector de los complementos. Así es Locaplaya y, en parte, así es Laura Arteaga, diseñadora y alma máter de una marca canaria que gracias a saber marcar una diferencia ha llegado a dar el salto a nivel nacional e internacional con una peculiar manera de transformar el verano en algo único.
Locaplaya fue el sueño hecho realidad de las hermanas Arteaga, una simbiosis de arte e innovación que nació entre carteras, bolsos muñequera o hasta con pretinas que se lucían enganchados al pantalón. Fieltro, cadenas y piel sintética que construyeron un estilo cosmopolita para dar paso a nuevos sueños con aroma a mar. “Encontré en la playa un nicho de mercado hacia el que pivoté la firma cuando mi hermana Laly optó por dedicarse a lo que realmente es su pasión, la pintura. Una situación que, unida a determinadas circunstancias personales, me llevaron hace tres años a afrontar un período de introspección interna hasta que encontré mi sitio. No ha sido fácil, pero sí puedo afirmar que ha sido un tiempo en el que he madurado en todos los sentidos, tanto personal como artístico”, explica Laura.
La diseñadora Laura Arteaga.
Retos de expansión comercial que se unen al de seguir ampliando la oferta playera gracias a la colaboración de la firma con otros diseñadores amigos, una fusión de creatividad que ya se ha traducido en varias colecciones cápsula que han salido a la venta. De esta manera, Locaplaya irrumpe en el mercado con nuevos bikinis junto a Javier Aguilar, con trajes pareo en colaboración con Ana Juárez o con pescaditos de latón de Loreto Rodríguez Dios. Ideas divertidas y veraniegas a las que también se suman las piezas de madera que realiza con La Boschetta, una marca especializada en carpintería y a cuyo frente se encuentra Alessio Miniussi, pareja de la creadora.
Laura Arteaga asegura ser una mujer de flechazos y, de ahí, que la mayor parte de sus productos hayan surgido por esa atracción que le transmite un determinado objeto y que la llevan a investigar hasta transformarlo en diseño. Así ha ocurrido con sus sombreros gracioseros, de los cuales se enamoró tras un viaje a Lanzarote y que la hicieron ahondar en un producto artesano en vías de extinción. “Pensé que si no rescataba estas piezas podían perderse para siempre, por lo cual busqué quien me los hiciera para después pintarlos y decorarlos a mano, siendo hoy en día un reclamo de turistas y clientes locales. La aceptación de este tocado dio lugar a otro, el canotier, y así hasta tres modelos más que hoy integran mi oferta de sombreros. Igual me pasó con la tela de toldo, un material con el que confecciono los bolsos de playa y que aparte de su gran resistencia nunca había sido utilizado para el diseño”, subraya.
“Los productos Locaplaya pueden gustar más o menos, pero tanto su filosofía como la de sus colores están unidas por el mar. Gracias a la aceptación que ha tenido la firma es cierto que ahora es muy conocida n Canarias, aunque esta limitación estival hace que en invierno la marca sobreviva duramente”, recalca. Por ello, Laura está replanteándose dar un giro a sus colecciones y apostar por incluir una línea de playa pero más invernal, así como otros diseños que ayuden a expandir la marca.
“Tengo en mente ampliar catálogo con chanclas (cholas), gafas e incluso sombrillas, pues la premisa es la de sorprender en cada nueva colección. El diseño es algo innato en mí, pues no solo provengo de una familia de artistas, sino que crecí junto a una persona que fue un referente en estilo, mi madre. No obstant, siempre he tenido claro que crear tiene que ser como un viaje, en el que te diviertes y aprendes a la vez. Si en algún momento dejara de sentirlo así, no tendría sentido continuar”, asevera.
Un viaje hacia los sentidos que, por supuesto, también constituirá la siguiente apuesta en la que se ha involucrado la marca, cuyos complementos tendrán la oportunidad de desfilar el próximo 9 de julio en la pasarela MfShow Men de Madrid junto a la nueva colección primavera-verano 2016 del diseñador tinerfeño Lucas Balboa. “Estoy muy ilusionada y he querido aportar algo diferente con mi firma, siempre acorde a la propuesta de Lucas que lleva por nombre Zanzíbar Devonshire. Por ello, he diseñado una colección de bolsos para hombre y confeccionada en piel que será distinta a lo que he he hecho hasta ahora”, anuncia. Bolsos versátiles y prácticos en los que cada pieza tiene la opción de convertirse en un modelo diferente con tan solo cambiar la posición del correaje.
Bolso masculino de Locaplaya para Lucas Balboa.
“Una mochila se podrá transformar en bandolera y, a su vez, en un clutch según la posición de las asas, al igual que un bolso de viaje en uno de mano o en un petate. También habrán riñoneras, pero no las tradicionales, sino con mucho movimiento. Es una colección muy trabajada y que me ha llevado un gran proceso de aprendizaje en poco tiempo, pero espero que guste. Además, irá acuñada con el logo ZD2, con el cual he querido hacer referencia al sello con el que se marcaba la piel de los esclavos africanos, así como al nombre de la propuesta de Balboa, Zanzíbar Devonshire (ZD) y a los dos días que duró la batalla por la independencia de este lugar (2)”, añade.
El mundo Locaplaya. / Foto: David Domínguez.
Una nueva línea que se ha fabricado en Ubrique (Cádiz) a pesar de que la mayoría de los talleres con los que trabaja la marca están en Canarias “Dar empleo a otras personas gracias a la aportación de mi firma era uno de esos sueños que tenía que se ha hecho realidad. Por tanto me siento más que satisfecha. Locaplaya (locaplaya.com) es como un hijo y el hecho de ver que empieza a andar solo es más que un motivo de orgullo. Ojalá pueda contribuir a generar más puestos de trabajo, pues sé que no soy una enseña barata, pero en cambio soy competitiva en el mercado y ofrezco productos con calidad y con personalidad a precios que no superan los 80 euros”, comenta.
Respecto a las próximas metas en mente, la diseñadora hace hincapié ensu intención de sacar una línea específica de mobiliario de playa en colaboración con La Boschetta, al igual que no descarta impulsar el sistema de franquiciado para lograr ese objetivo de expansión por ciudades abiertas al mar. No obstante, el reto más inmediato se centra en formar parte del colectivo Tenerife Moda del Cabildo, un gran paso que Laura Arteaga confía en que le sirva de ayuda para llegar a nuevos mercados y quien sabe si así poder cumplir su mayor ilusión, ver pasear sus coquetos diseños por las glamurosas playas de Saint-Tropez.
