Su nombre no es tan conocido como el de otros grandes diseñadores de vestuario de los años 40, pero lo cierto es que la estadounidense Leah Rhodes fue la creadora de un estilo sobrio, elegante e independiente que marcó a la mujer de esa época. Vistió a numerosas estrellas de la gran pantalla, como Doris Day o Ingrid Bergman, pero su nombre quedó vinculado para siempre al de la bella Lauren Bacall, a quien convirtió en icono gracias a sus diseños.
Leah Rhodes nació el 21 de julio de 1902 en Port Arthur, Texas. Ya desde muy joven se sintió atraída por la pintura, por lo que comenzó sus estudios como ilustradora junto a un profesor de arte de su ciudad. Su primer trabajo sería como escaparatista en San Antonio, hasta que en 1926 contrajo matrimonio con James Glaser, un diseñador de joyas que, junto a su hermano Eugene Joseff, trabaja en Hollywood creando tocados y abalorios para destacadas películas.
En 1926, la pareja se mudó a California y, gracias a los contactos de James con el mundo del cine, Leah comenzó a trabajar en 1939 en el departamento de vestuario de los estudios de la Warner Bros. Pronto adquirió experiencia en su puesto, por lo que dejó de encargarse de las producciones de serie B para ser nombrada ayudante del legendario Oky-Kelly, afamado diseñador ganador de tres Oscar al mejor vestuario.
Junto a él aprendió los entresijos de la costura especializada en cine, hasta que el creador tuvo que renunciar a su puesto al ser llamado para combatir en la Segunda Guerra Mundial. Un hecho que supuso para Leah Rhodes la gran posibilidad de despuntar en solitario en 1942, cuando se encargó del estilismo de Bette Davis en la película ‘Una vieja amiga’.
Su salto a los filmes de categoría A le abriría las puertas a nuevos proyectos, llegando a vestir a grandes estrellas de la Warner como Ingrid Bergman, Hedy Lamarr, Viveca Lindfors, Doris Day o Jane Wyman, entre otras. Pero, en 1946 su carrera se consolidaría con el diseño del vestuario de la película ‘El sueño eterno’, protagonizada por Humphrey Bogart y Lauren Bacall, creaciones que jugaron un gran papel en la historia del cine al lograr definir el denominado ‘estilo Bacall’, que marcaría el look de las películas posteriores de la actriz, como ‘Key Largo’ o ‘Extraños en un tren’.
Leah supo definir una imagen elegante, independiente y masculina de la mujer para el cine de los años 40. Puso de moda las hombreras, las chaquetas entalladas, los pantalones anchos, la pata de gallo, las faldas lápiz y las camisas de botones con las mangas recogidas. Coloridos y elegantes vestidos que se convirtieron en un reclamo para mujeres de todo el mundo que querían imitar el estilismo que lucía la guapa actriz, auge de una moda sastre femenina al que contribuyó el inicio del Technicolor.
En 1949, Rhodes ganó su primer Oscar al mejor diseño de vestuario en color por su trabajo en la película ‘El burlador de Castilla. Las aventuras de Don Juan’, protagonizada por Viveca Lindfors y Errol Flynn. Un año después dejaría la Warner para dirigir el departamento de vestuario en la Universal y, seguidamente, de la Paramount, donde colaboró estrechamente con Edith Head o Givenchy como diseñadora asociada en cintas como ‘Funny Face’ (Cara de Ángel), con Audrey Hepburn.
Sus creaciones se extendieron también al mundo de la televisión y del espectáculo en Las Vegas, a la par que siguió dirigiendo el vestuario de otras destacadas películas como ‘Extraños en un tren’ o ‘Río Lobo’. Con 80 años, y tras una prolífera carrera, decidió retirarse del diseño hasta que el 17 de octubre de 1986 falleció en Virginia.