Dolce&Gabbana transformó este pasado fin de semana la céntrica calle Quartieri Spagnoli de Nápoles en una pasarela de fantasía histórica. Con la diva del cine italiano, Sophia Loren, presidiendo en un trono el desfile, la firma vistió de pomposidad su colección de Alta Moda, tanto en sentido literal como simbólico.
El dúo de diseñadores, integrado por Domenico Dolce y Stefano Gabbana, se ha inspirado en las películas que Sophia rodó en Nápoles para transformarlas en prendas repletas de simbolismo, mientras que otras han tenido como referente la riqueza de la arquitectura barroca de esta vieja ciudad italiana, repleta de reminiscencias españolas. Un homenaje a una ciudad encantada por la que ahora ha paseado estilo y opulencia.
Pronunciado escotes, faldas lápiz, vestidos ceñidos, abrigos para ir a misa, como antes, brocados de oro, muchos volúmenes, infinitos detalles y, sobre todo, una exageración casi irreal que busca fusionar la religión con el día a día que se vive en cualquier calle napolitana.
Escenario de historia y tradiciones que, al día siguiente, la marca trasladó a otro enclave de la ciudad italiana para presentar su colección Alta Sartoria masculina. El escenario elegido fue el Castillo Dell’Ovo, en el que apuestos modelos -entre ellos el tinerfeño Carlos Gómez- desfilaron la nueva propuesta otoño-invierno 2016/17 de la marca.
Hombres que hacen guiños al arte con chaquetas estampadas de alegres colores. Hombres que se visten con túnicas, con guiños orientales o que emulan a glorias de la Fórmula 1. Mezcla de culturas y estilos que hacen de cada prenda un diseño repleto de belleza.