Una emoción, un instante robado al tiempo, un sentimiento. Luces que acarician sombras para crear arte entre encuadres de elegancia. Besos furtivos, lágrimas de ternura, océanos de fantasía o glamour sobre una pasarela. Todo sirve para contar historias a través de imágenes. Sensibilidad en estado puro que se transforma en magia cuando su objetivo le roba sutilmente al tiempo un momento que es, simplemente, perfecto. Un pasado impregnado de aquel olor a los líquidos de revelado de su abuelo y de su padre, aromas de la niñez que hoy se funden en un presente donde el amor por su profesión le han hecho ganarse un nombre dentro del mundo de la fotografía social y de moda: Juanmi Alemany.
Casi 25 años dedicado al mundo de la imagen son la mejor carta de presentación de este fotógrafo tinerfeño, natural de Granadilla de Abona, al que le apasiona buscar ese lado diferente y, a veces, inusual, en cada instantánea. Galardonado en más de cincuenta ocasiones, tanto a nivel nacional como internacional, en su currículum destacan reconocimientos de la talla del premio Joven Canarias, primer premio Foto Creativa Fotocam España, primer premio Scubacam Eslovaquia y medalla de oro Indonesia Photo Competition, Un trabajo que, además, ha sido publicado en revistas y periódicos de prestigio como ‘National Geographic’, ‘El País’, ‘L.A.Times’ y ‘Lifestyle Magazine’. Un porfolio repleto de fotografías de ensueño que, también, le han llevado a quedar finalista en las dos últimas ediciones del concurso de Fotografía Tenerife Moda (www.juanmialemany.com)
El fotógrafo lleva más de 20 años dedicado a la profesión e intenta aportar siempre un estilo personal y diferente
Juanmi Alemany comenzó con tan sólo 16 años a disparar creatividad con su primera cámara, una Canon A-1 que heredó de su padre, fallecido un año antes. “Nadie me enseñó fotografía, a pesar de venir de una familia de profesionales de la imagen, pero un día con la cámara en mi mano me picó la curiosidad. Fue así como empecé por mi cuenta a aprender este oficio, el cual comenzó como un hobby”, recuerda el artista.
Por su mente no rondaba la idea de dedicarse a la imagen, pues estudió Marketing en La Laguna a la par que sacaba el título como instructor de buceo. No obstante, con 21 años, la que es hoy su mujer le regaló una Nikon F70 y, de nuevo, la fotografía volvió a colarse en su vida. “Cuando terminé mis estudios comencé a dar clases de buceo y fue entonces cuando decidí unir mis dos aficiones, la fotografía y el mar. Durante muchos años es a lo que me dediqué, a sacar fotos submarinas con las cuales me presenté a concursos y que, además, fueron publicadas por destacadas revistas”, comenta.
Un mundo de píxeles bajo el mar que constituyeron su refugio de creatividad innata hasta que decidió sustituir la fauna marina por la sensualidad de las modelos. “Comencé a realizar cursos, tanto en Tenerife como en Madrid, sobre técnicas de iluminación y composición, pues hasta ese entonces lo que sabía había sido por formación propia, puesto que seguía a muchos fotógrafos mexicanos y americanos e iba cogiendo lo que más me gustaba de cada uno. Así fue como empecé hace muy poco a introducirme en el mundo de la fotografía social y a especializarme en moda y bodas, lo cual compagino con la submarina, aunque ya más vinculada a esta nueva faceta. Es más, mi próximo proyecto será realizar en breve una sesión con modelos vestidas de diseñadores tinerfeños bajo el agua”, anuncia.
Sus inicios fueron en fotografía submarina gracias a sus conocimientos como instructor de buceo
Luz, composición y emociones que se unen ante el objetivo de la cámara de este fotógrafo que no se atreve a definir su estilo. “Hago lo que me gusta. Sé que soy diferente o al menos es lo que la gente me dice, pero realmente lo que busco es transmitir sentimientos en cada una de mis imágenes, utilizando para ello encuadres y luces que llamen la atención y que creen una composición alejada de lo que el resto hace. Es cierto que, últimamente, la luz juega un papel muy importante en mis instantáneas, pero realmente lo que persigo es contar una historia a través de imágenes”, apunta.
Perfeccionista en su trabajo, este profesional del arte hecho fotografía se muestra modesto ante su obra. “Me queda muchísimo por hacer y por aprender todavía, pues nunca salgo completamente satisfecho de mis trabajos, porque sé que todo se puede mejorar. Por ello sigo formándome y yendo a cursos cada vez que tengo una oportunidad. Creo que hay que salir fuera para ampliar conocimientos y, sobre todo, para abrir la mente”, destaca el experto.
La fotografía social, tanto de moda como de bodas, ha marcado el trabajo de Alemany en los últimos años
A Juanmi le apasiona huir de la frialdad del estudio, a pesar de tener el suyo propio, para llenar de vida sus imágenes con luz natural. “Me encanta trabajar en espacios abiertos, en pleno contacto con la naturaleza…quizás como una forma más de romper el molde. La calle, el campo y, sobre todo, el mar son las localizaciones en las que me gusta moverme”, añade. Y es que precisamente movimiento es otra de las características de este artista, al que verlo trabajar en directo es casi imposible porque no permanece inmóvil con su objetivo.
“Cuando hago una sesión me muevo mucho, porque no me gusta ofrecer al cliente la foto que cualquiera puede hacer. Tal vez muchos esperan ver la típica pose de la modelo en un desfile, pero cuando entrego el trabajo se encuentran con algo totalmente distinto. Soy así y, por tanto, mi trabajo es como yo. Por ejemplo, en la reciente pasarela de Tenerife Moda sé que muchos compañeros, que a lo mejor no me conocían, se reían de mi por verme ubicado en lugares poco comunes, agachado entre el público o entre las sillas, como si pensaran que no tenía ni idea de dónde me tenía que poner. Pero yo sabía perfectamente lo que estaba haciendo. Si estoy detrás de la gente es por algo”, puntualiza.
Cuestionado sobre por qué ha elegido la moda como base de su trabajo, Alemany afirma que lo que más le atrae de este sector es el glamour que puede transmitir. “Intentar buscar escenarios diferentes para introducir la moda en un contexto que no sea sólo el de una pose creo que es lo que me motiva. Casi todas mis fotos tienen una historia detrás, pero la base de todas es la sencillez”.
Fotografías limpias, cálidas, en las que el color se suaviza hasta llegar a la elegancia del blanco y negro para lograr centrar el interés visual en ese punto que su autor persigue. “Intento huir de elementos superfluos que puedan distraer la atención. Por eso trabajo con diafragmas muy abiertos, para poder focalizar lo que quiero contar a través de esa imagen”, subraya.
El pasado año se presentó al Concurso de Fotografía Tenerife Moda, experiencia que repitió en esta edición
El pasado año se presentó por vez primera al II Concurso de Fotografía Tenerife Moda, quedando entre los finalistas. Una experiencia que repitió de nuevo recientemente con motivo de la tercera edición de este certamen y de la que, además, una de sus imágenes dio vida al cartel anunciador del mismo.
En esta ocasión, la suerte tampoco ha estado de su lado y, de nuevo, se ha quedado a las puertas de conseguir el premio. Su serie de imágenes –muchas de las cuales acompañan este reportaje- han quedado entre las nueve finalistas, aunque por ello no decae en sus ganas de seguir queriendo transmitir la exquisitez en imágenes.
Fotografías que hablan sin pronunciar palabras, escorzos de glamour y sensualidad que se esconden entre sombras para poder tocar el corazón. Sensibilidad vestida de elegancia e incluso de boda, sector en el que Alemany se ha convertido en referente con sus composiciones repletas de amor. “En el fondo soy un romántico y creo que es algo que se refleja en mis trabajos. Me implico muchísimo con cada historia que retrato e incluso hasta he llorado en ceremonias en las que casi ni conozco a los novios. Pero es lo que busco, lo que siento y lo que quiero transmitir con mi trabajo. Contar emociones”.
Mundo de amor en imágenes al que este fotógrafo llegó por casualidad hace apenas un año, cuando un futuro novio vio sus imágenes submarinas publicadas en ‘National Geographic’. “Este chico se presentó un día en mi casa para encargarme las fotos de su boda. El era tinerfeño, pero vivía en Valencia, y a través de una entrevista que me hicieron para un editorial se percató de que yo vivía en Granadilla y me buscó. Hasta ese momento no sabía ni cómo se hacían fotos de boda, pues nunca había trabajado este campo. Pero él confió en mí y acepté el encargo. Me gustó tanto que desde ese día he continuado en ello”, asegura.
El reto de Alemany es unir moda con la fotografía bajo el agua, una sesión que prevé realizar en breve
Un nuevo campo en el que intenta aportar un enfoque diferente a lo ya tradicional, inspirándose en fotógrafos americanos y aportando, además, su peculiar estilo en cada disparo. “La fotografía social de bodas está mejor valorada que antes y puedes hacer cosas bonitas y originales, al igual que con la moda. Todo es cuestión de amar tu trabajo y hacer las cosas bien”, recalca. “Se puede vivir de esta profesión, aunque muchos compañeros se flagelen ante lo mal que está el sector. No obstante, pienso que todo es cuestión de mejorar en tu día a día y, quizás, no tanto de estar mirando qué hacen los demás. En Canarias el nivel es muy bueno y hay grandes fotógrafos, a pesar de que también hay muchas envidias”, añade.
Juanmi Alemany no quiere llevar su arte en imágenes fuera de su Isla, aunque ello le suponga un mayor reconocimiento internacional. “No tengo en mente marcharme a vivir a otro lugar porque la familia ata mucho. Si estuviera soltero, pues quizás me lo hubiese planteado, pero con una mujer, dos hijos y una hipoteca, no se me pasa por la cabeza”, dice entre risas.
A pesar de ello, ha tenido la suerte de poder viajar por muchos rincones del planeta, experiencias de las que se ha ido nutriendo tras su cámara. “Por la fotografía submarina he estado en lugares impresionantes, como Galápagos, el Mar Rojo, las Maldivas, Thailandia, etcétera. Además, también he realizado las campañas publicitarias de importantes parques acuáticos de España y de Europa, lo que me ha permitido conocer mas rincones del mundo”, matiza.
Inmerso en el futuro más inmediato, el cual llega repleto de bodas y de proyectos en mente, como la sesión de moda bajo el agua que quiere realizar, lo cierto es que este artista de la imagen ha sabido definir un estilo propio dentro del mundo de la fotografía con sello de autor. Sus instantáneas transmiten emociones, enamoran a la vista y seducen al corazón. Son fotos que no sólo cuentan historias, sino que consiguen un imposible, hacernos nadar en un peculiar mar de sentimientos.