Hilos de plata tejen filigranas de glamour enhebrados a las agujas artesanas de un maestro joyero. Pequeñas flores o escorzos geométricos que van cosiéndose sobre el noble metal, empleando técnicas como la hebra o el madrigal que, inspiradas en el tradicional calado canario, van dando paso a un arte creado para lucir. Joyas que hacen un guiño a la esencia de las Islas, pero que se visten de modernidad para dar forma a una original elegancia que hace cuatro años inspiró a la arquitecta tinerfeña, Maribel Correa, a construir un peculiar sueño a pequeña escala.
Cánones matemáticos que sustituyen tela por plata para crear colecciones de joyas únicas. Un viaje de emociones a través del trabajo más minucioso y delicado de la artesanía canaria que, desde 2010, ha logrado posicionar a esta firma adscrita al colectivo Tenerife Moda en el mercado regional y nacional.
Maribel Correa es la artífice de esta idea, una arquitecta de profesión a la que le apasiona la moda y que un día decidió diseñar a escala más reducida sus ilusiones en plata. “La moda siempre ha estado presente en mi vida, pues mi hermana es diseñadora y, además, cuando era más joven también me confeccionaba mi propia ropa. No obstante, decidí estudiar arquitectura, aunque en los edificios que realizaba no sólo hacía su alzado sino el mobiliario o las lámparas, algo derivado de mi formación en Barcelona en diseño industrial”, explica.
La arquitecta Maribel Correa creó en 2010 la firma Joyas Caladas, que traslada el arte del bordado a la joyería
No obstante, el impulso a su iniciativa de transformar el calado canario en hermosas joyas llegó sin esperarlo, a raíz de una conferencia que ofreció el consejero insular, Efraín Medina, en el Colegio de Arquitectos de Tenerife, donde animó a los diseñadores a colaborar con los artesanos en proyectos innovadores. “En ese momento, la crisis no había tocado aún a la construcción, pero me gustó la idea de poder aportar mis conocimientos en arquitectura a la artesanía. Desde siempre, el calado canario me atraía y hasta lo había empleado en diseños de vidrieras. Por ello, decidí fusionarlo y hacer algo bonito que, a la par, sirviera como souvenir para los turistas”, añade la diseñadora.
Fue así como empezaron a nacer los primeros prototipos de joyas inspiradas en una de las tradiciones más arraigadas en las islas. Un trabajo casi exclusivo de mujeres que quiso homenajear otra mujer, para lo cual dotó a estas pequeñas creaciones de una exquisitez orfebre sin igual. Maribel Correa subraya que todas las piezas surgen desde su estudio Correa + Estévez, fuente de la que emanan infinidad de bocetos tras una ardua labor de investigación sobre la gran variedad de calados que se realizan en las Islas. “Hablé con muchas caladoras y leí infinidad de libros para buscar la mejor fórmula de confeccionar estas joyas. Una idea que tardó casi un año en materializarse hasta que, junto al joyero artesano tinerfeño Rafael Molina, se pudo encontrar la técnica adecuada para llevarla a cabo”.
Cada pieza se fabrica a mano mediante la llamada técnica de la cera perdida y fundido a micro-fusión. Creaciones que se trabajan posteriormente con el cosido a mano con hilo de plata, que es la característica especial de unas joyas que emulan la imagen auténtica del calado canario. Una vez el prototipo está finalizado, se le dota de un soporte para que pueda ser lucido: cuero, cadena o hilo de seda. Arte y lujo que se complementa, además, con un envoltorio característico consistente en una bolsa de tela de lino, en clara alusión al tejido que nutre a esta técnica ancestral.
Reminiscencias canarias que se visten de modernidad para transformarse en diseños cosmopolitas y sensuales a través de los 30 modelos diferentes de calado que la firma tiene patentados. Tradición e innovación en forma de brazaletes, pulseras, collares, anillos, pendientes, colgantes, broches o gemelos que dan forma a sus tres colecciones actuales en mercado: Madrigal, Tachones y TEA.
La firma, adscrita a Tenerife Moda, ha sacado al mercado tres colecciones en plata y la línea Joyas del Autismo
“Madrigal y Tachones se inspiran en las técnicas tradicionales del calado. Más de 40 piezas únicas en las que no existen dos modelos iguales, pues al realizarse de manera artesana, y no en serie, garantizan su exclusividad. Por su parte, la colección TEA fue un encargo de Tenerife Espacio de las Artes, inspirado en las texturas y la fachada del propio edificio. Asimismo, una de las nuevas piezas incorporadas a la firma es la argolla calada, una reinterpretación del arete tradicional canario elaborada con radiales de hilo en plata”, destaca la diseñadora.
No obstante, el reto más reciente lo compone su colección cápsula dedicada al autismo. Joyas solidarias que surgieron las pasadas navidades en apoyo de la Asociación de Padres de Niños Autistas de Tenerife (Apanate). “Todo surgió por mi amistad con el anterior director de esta ONG, cuyo hijo es autista y por lo cual conozco el autismo desde muy cerca. Con el fin de ayudar a la asociación a continuar con su labor diseñé esta línea, la cual se vende tanto en la citada asociación como en algunas tiendas que se hicieron solidarias con la causa. De cada pieza que es adquirida, se destina una parte a Apanate”, puntualiza.
Con casi una veintena de puntos de venta repartidos en casi todas las Islas, una delegación en Mallorca, un espacio multimarca en Madrid y la tienda online, tanto en Facebook como en su web (www. joyascaladas.com), la firma trabaja en una próxima colección inspirada en el calado del caracol. Asimismo, hay nuevos retos en mente, los cuales pasan por el empleo de otros metales, como el bronce, o el diseño de complementos como bolsos y cinturones con aplicaciones de calados..
“Desde que inicié esta aventura es cierto que se ha producido un cambio en cuanto al formato de las piezas, que han pasado a ser más pequeñas que las del principio. Algo que ha venido motivado por la demanda y por la actual crisis, pues la idea ha sido llegar a un público más joven y, por otra parte, hacer joyas más asequibles en cuanto a peso y precio, pues al llevar menos cantidad de plata son más económicas. Pese a ello, mantengo una línea Premium que es de joyas de mayor tamaño y por tanto un poco más caras”.
“Además, también se ha lanzado una línea unisex de cuero, el cual es tratado con láser que agujerea la cinta simulando el dibujo del calado sobre la textura y que se presenta, igualmente, en diversos colores”, especifica Maribel Correa.
Estos diseños invitan a soñar. Son joyas que recrean historia, que tejen sentimientos y que bordan de elegancia exquisita unas piezas que llegan al mercado a un precio que oscila entre los 30 y 300 euros. Calados que calan el corazón y que ganan cada vez más adeptos, tanto clientes de las Islas como turistas que se enamoran de estos pequeños diseños de arte hechos para seducir.
Maribel Correa sigue compaginando su profesión como arquitecta con su pasión por hacer de una tradición canaria todo un lujo para los sentidos. Ella asegura que “cuando diseñas con sentimiento, la escala no es lo importante. Para mí, hacer joyas es como hacer edificios pero en pequeñito, en los cuales no puedes vivir en su interior pero sí aplicar soluciones para transformar una idea en algo que te gusta”.
Cuando nació su firma su mayor anhelo era que cada una de sus joyas transmitiera deseos, emociones y recuerdos… Hoy el tiempo le ha dado la razón.