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Jose Acosta, un diseñador masculino con alma de modelo

Hay estilos de personas y hay personas con estilo, pero José Acosta ha sabido unir estas dos premisas en una para dar forma a su firma homónima Jose Acosta Style, una marca que rebosa personalidad y con la que ha sabido transformar la moda en arte hecho a medida. Este tinerfeño, ex modelo, empresario y diseñador, se define como innovador, inquieto y aventurero. Mente resiliente que un día decidió dejar su profesión como fisioterapeuta para subirse a las mejores pasarelas del mundo.

Pasos repletos de glamour que le hicieron desfilar para grandes del diseño como Giorgio Armani, Hermenegildo Zegna, Salvatore Ferragamo, Pierre Cardin, Dolce&Gabbana, Hugo Boss o Versace, entre otros. Desfiles que le llevaron a recorrer las ciudades más importantes del mundo de la moda y, sobre todo, a beber de otras culturas, hasta que finalmente fue en China donde decidió hacer realidad su sueño, lanzando su propia marca y abriendo tienda y fábricas propias en el gigante asiático con las que lograr hacer felices a sus clientes a través de prendas únicas dirigidas, especialmente, al hombre.

El diseñador y ex modelo, Jose Acosta.

Barcelona, Milán, París, Múnich, Hamburgo, Atenas, Shanghai o Florida son algunos de los lugares del planeta donde Acosta ha trabajado, aunque lo que empezó como hobby en su lugar natal, Tenerife, terminó transformándose en una empresa con esencia entre costuras. «Comencé en el año 2003 como modelo en Olé Group, una agencia de la Isla, y de ahí fui seleccionado a través de un casting por otra de Barcelona. Me marché a la ciudad condal y allí otra agencia de Milán me eligió para desfilar en Italia con Dolce&Gabbana, donde estuve viviendo un tiempo y me permitió subir a la pasarela de diseñadores reconocidos de la moda masculina», comenta José Acosta.

Jose Acosta en su etapa como modelo.

No obstante, su oportunidad llegaría en 2005, cuando fue a China para participar en los desfiles de la Semana de la Moda de Beijing con Hugo Boss, lugar al que regresó en 2006 y 2007 y, donde finalmente, decidió dar forma a su sueño.  «Junto a mi esposa, Patzy Espert, también modelo y que conocí cuando ambos trabajábamos en Milán, vi la posibilidad de asentarnos en este país y abrir mi firma, pues era bastante conocido allí por salir en revistas internacionales como imagen de Armani, lo que me ayudó mucho en mis inicios como empresario y diseñador», comenta José Acosta. Una vocación en la que confiesa se formó de manera autodidacta, pero de la que bebió durante años por su experiencia en el backstage de las principales pasarelas internacionales.

En el país asiático nació su primera tienda para el hombre, The Bauer Company, la cual complementó con una fábrica para confeccionar sus prendas y, en la que además, atendía pedidos de otras firmas. Una aventura empresarial que, años más tarde, renombraría con su propio nombre y que mantuvo en China junto a su pareja durante diez años, hasta que tras nacer su hija decidieron trasladarse a Florida, donde continuaron con el negocio. No obstante, la tierra natal tira mucho y la familia volvió a hacer las maletas para fijar su residencia en Tenerife, donde mantienen activo el proyecto.

El creador señala que «nunca me había planteado el mundo de la moda como profesión, pues estudié Fisioterapia, pero lo cierto es que hoy en día me ha dado grandes satisfacciones personales y me ha servido para salir al exterior y conocer otros rincones del mundo. Algo que me asemeja a mi abuelo, que emigró de Tenerife a Venezuela en busca de trabajo, y que creo en parte es lo que al final te ayuda en la vida para saber valorar lo que tienes».

Sobre su firma, José Acosta subraya que «aunque fui muy criticado al principio, precisamente por carecer de formación como diseñador y lanzarme a la piscina, a lo largo de estos años he demostrado que en el negocio de la moda, aparte de tener gusto, hay que tener conocimiento del cuerpo humano, ya que a todo el mundo no le sienta bien la misma ropa. Y en este sentido, mis estudios como fisioterapeuta me han ayudado muchísimo para saber crear a medida. Si mis diseños hubiesen sido malos no hubiese desfilado en la Semana de la Moda de Pekín ni inclusive hubieran sido premiados como fue el caso», ironiza.

Jose Acosta Style no es solo una marca para caballero, sino que también ofrece asesoramiento, calidad y un trato directo a cada cliente. «La marca comenzó para el hombre y, posteriormente, fui entrando en el mundo mujer, pero al ser más complejo y necesitar de colecciones temporales, opté por centralizarla en sastrería masculina y las prendas de mujer sólo por encargo. Defino mis diseños como atemporales, clásicos y, sobre todo, hechos con tejidos de alta calidad», relata el diseñador.

«Creo que soy bueno vistiendo al hombre porque empatizo y me pongo en su piel, mientras que en la ropa para mujer no tengo esa sensibilidad a la hora de diseñar, pues soy más estructurado y no me siento tan cómodo como con las prendas masculinas. No realizo colecciones ni me interesa entrar en esa dinámica. Me considero un creativo textil que saca lo mejor de las personas a través de mi firma de sastrería clásica, potenciado el estilo que más acorde vaya con el cuerpo y características físicas de cada cliente», matiza.

El diseñador junto a su familia.

«La firma trabaja por agenda, a través de las Redes Sociales o del WhatsApp Bussines, donde se puede pedir cita personalizada que el creador atiende en el Real Casino de Tenerife al no disponer de tienda propia. Próximamente queremos poner en marcha la web, aunque no dispondrá de catálogo como tal porque no es el objetivo de la marca. Lo que sí tenemos es una oficina en la capital donde se concentra la actividad empresarial y desde donde se realizan los envíos, pues la fabricación se sigue llevando a cabo en China», detalla.

No obstante, aunque la enseña ha sufrido en este último año un pequeño parón a consecuencia de la pandemia, poco a poco va recuperando la clientela e iniciando nuevos retos, ya que la pareja ha puesto en marcha otra nueva marca destinada a la familia. Bajo el nombre de Soul and Style, está destinada a productos textiles que abarcan desde complementos para niños a neceseres o camisetas con estampados realizados con tinta al agua. Confecciones que se fabrican en la Isla y que se centran en tejidos orgánicos y fibras naturales que transforman la moda en ecológica pero sin perder un ápice de calidad.

Mediante las consultas de imagen y la personalización de sus diseños, José Acosta se asegura de que cada persona quede satisfecha con el look ideal. «Cada pieza es única, como el buen vestir. No hay dos piezas iguales, como no hay dos personas iguales – asegura – por eso les ayudo a crear su imagen, a potenciar su estilo, a mejorar su confianza a través de la ropa», resalta. Diseños elegantes y clásicos, elaborados con tejidos importados desde Francia, Italia y Reino Unido, y que se dirigen a una clientela de entre 30 y 70 años en la que destacan ejecutivos, políticos, deportistas y celebridades. Trajes que oscilan entre los 430 y 700 euros y entre los que el rey sigue siendo el navy elaborado con lana super 100 y que consta de pantalón, chaqueta de dos botones y solapa recta. Un fondo de armario que el diseñador aconseja indispensable.

Proyectos de moda que, además, llevan implícitos un mensaje de solidaridad, pues José Acosta y su esposa colaboran con diferentes ONG cediendo parte del porcentaje de las ventas de sus productos a colectivos como Ábora, Amate o varios refugios de animales, para quienes también realizan colecciones cápsula y cuyos beneficios se destinan íntegramente a estas asociaciones.

Moda que respira, que se recicla, que se inspira en colores, en la gente o en los viajes porque «viajar es fundamental para crear, para crecer», concluye José Acosta.

Texto: Mónica Ledesma.
Fotos: Cedidas por Jose Acosta.
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