La isla bonita está de moda y, bajo esta premisa, aspira a convertirse en un destacado enclave dentro del sector textil de Canarias. La fusión entre artesanía, nuevos valores del diseño y las tendencias del mercado son algunos de los principales ejes del plan de dinamización de la industria isleña por el que apuesta el consejero de la Sociedad para el Desarrollo Económico de La Palma (Sodepal), Jordi Pérez Camacho. Objetivos que ya comienzan a dar frutos entorno al sello La Palma Artesanía que, desde hace diez años, impulsa el Cabildo Insular.
Nuevos tiempos y nuevos usos de los oficios tradicionales que, a su juicio, deben reconvertirse en pro de la defensa de la defensa del sector y la supervivencia de la cultura artesana que siempre ha sido baluarte de la isla palmera.
– ¿Por qué nació La Palma Artesanía?
– La Palma Artesanía nació hace más de diez años en un momento en el que el sector vivía una etapa de pesimismo, debido principalmente a la avalancha de productos asiáticos que copaba los mercados a precios muy bajos. Desde el Cabildo de La Palma y su Sociedad de Promoción se apostó por innovar en diseños y presentación del producto antes que entrar en una guerra de precios en las que sin duda, teníamos las de perder.
– ¿Cuál es la principal misión de Sodepal dentro de este sello artesano?
-Sodepal pretende velar por el mantenimiento de oficios artesanos tradicionales buscando nuevos usos y aplicaciones a estos oficios más acorde con los tiempos actuales y con el fin de evitar su total extinción.
– ¿Cuántos artesanos integran el proyecto?
-Actualmente casi una veintena de artesanas y artesanos forman parte de La Palma Artesanía. El proyecto se inició en 2007 sólo con una bordadora y alfarero, hoy en día tenemos artesanos de varios oficios, donde destacan la alfarería, el bordado, la cestería y tejeduría.
– ¿Tienen cabida todos los oficios o se realiza un estudio previo antes de formar parte de La Palma Artesanía?
-Fundamentalmente, se trata de ayudar a los oficios más vulnerables y con mayor potencial en el mercado. Es cierto, que existen actualmente oficios y artesanos que trabajan muy bien sin el apoyo de La Palma Artesanía, con sus propios diseños, marca, comercialización, etcétera. En este sentido, creo, que también La Palma Artesanía sirvió en su momento para que muchos artesanos se dieran cuenta que era posible hacer artesanía de una forma diferente.
– ¿Cuántos puntos de venta tiene La Palma Artesanía en la actualidad?
-En la actualidad contamos con unos veinte puntos de venta, la gran mayoría en la Isla de La Palma pero también es posible comprar nuestros productos en Tenerife o en Estepona (Málaga). A través de la web lapalmaartesania.es también se gestionan pedidos con envíos gratuitos.
– ‘Espuma’ es la nueva colección, una propuesta adaptada a la moda y a las tendencias. ¿Considera que el reto para que sobreviva el sector es ofrecer productos más actuales?
-El sector atraviesa por un buen momento y debe saber aprovecharlo. A nivel general existe una tendencia hacía lo natural, lo hecho a mano, una vuelta hacia nuestras raíces y al consumo local, si todo ello lo unimos con un producto atractivo para el consumidor y sabemos cómo venderlo la supervivencia esta garantizada, a menos a corto plazo.
– ¿En qué proyectos se trabaja para consolidar La Palma Artesanía?
-El principal reto actualmente es la profesionalización del sector. No nos podemos permitir seguir creciendo y abriendo mercado si no tenemos artesanas y artesanos que respondan adecuadamente al volumen de producción que exigen el mercado regional o nacional.
– ¿Se trabaja en una próxima colección?
-Desde 2016 tenemos pendiente el lanzamiento de una nueva colección dirigida al mundo infantil, estamos trabajando en ello y previsiblemente su presentación llegué en los primeros meses de 2018.
– La Palma aspira a convertirse en una isla de moda y artesanía. ¿Se logrará a corto plazo?
-El Cabildo Insular de La Palma, a través de la Consejería de Promoción Económica y la empresa pública Sodepal está inmerso en un proceso de generación de oportunidades en torno al mundo de la moda, con especial interés en las oportunidades de empleo, el sector textil y su industria. Para la isla ya va a ser una realidad, contar con su propio sello de moda, instrumento público para la promoción, profesionalización y competitividad de nuestras marcas. Pero sobre todo, la isla vive un momento de cambios, o mejor dicho, un espacio de tiempo en el que se ha situado el foco de atención sobre emprendedores en el sector de la moda que, por primera vez son protagonistas en su propia isla.