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Irene Sharaff, la reina de oro de Hollywood

Los diseños elegantes y suntuosos de Irene Sharaff vistieron durante casi medio siglo a la creme de la creme del cine y del teatro americano. Más de 60 obras en Broadway y más de 40 películas en Hollywood, junto al vestuario de destacadas compañías de ballet internacional, hicieron inmortal el nombre de esta diseñadora que se erigió en rival de otros dos grandes modistos de estrellas, Travis Banton y Edith Head.
Nominada a los Oscar en 15 ocasiones, logró cinco estatuillas de la Academia, entre ellas al mejor vestuario por ‘El Rey y yo’ o ‘West Side Story’.  Marlene Dietrich, Judy Garland, Shirley MacLaine, Elizabeth Taylor, Barbra Streisand, Yul Brynner, Deborah Kerr, Gene Kelly o Frank Sinatra, entre otros, lucieron muchos de sus diseños en la gran pantalla, unas creaciones repletas de imaginación que, sin ser extravagantes, la llevaron a ser una de las modistas mejor pagadas de la Meca del Cine.
Irene Sharaff. / Foto: Richard Avedon.

Irene Sharaff. / Foto: Richard Avedon.

Irene Sharaff nació el 23 de enero de 1910 en Boston. Desde pequeña se sentía atraída por la pintura, formación que llevó a cabo en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas, en la Liga de Estudiantes de Arte de Nueva York y en la Académie de la Grande Chaumière en París, ciudad donde pasó un tiempo viviendo antes de regresar a su país. Tras concluir sus estudios comenzó a trabajar como ilustradora para revistas de moda como Vogue y Harper’s Bazaar, hasta que quiso aprender más sobre vestuario y escenografía y realizó un curso de dos años como asistente del diseñador Aline Bernstein en el Civic Repertory Theatre Company neoyorkino.
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Su debut en este campo fue en 1931 en la obra ‘Alicia en el país de las maravillas’ que protagonizó Eva Le Gallienne en Broadway. Su trabajo asombró a la crítica y al público y en 1935 se convirtió en la primera estadounidense en diseñar el vestuario para la compañía Ballets Rusos de Montecarlo. Dos años después la contrató el Ballet Americano de Teatro y el Ballet de Nueva York, encargándose de confeccionar los elegantes trajes de los bailarines.
Las buenas referencias y halagos a su trabajo atrajeron la atención de los productores de Hollywood, que a principios de los años 40 la llamaron para encargarse del vestuario de destacadas películas de la época. Así, durante cuatro años trabajó tanto para la Metro Goldwyn Mayer, la productora de Arthur Freed, junto a Vincente Minnelli, y la famosa RKO, continuando posteriormente con esta labor de manera independiente.
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Vestuario de ‘Un americano en París’.

Su destreza para dotar a las prendas de movimiento y el empleo de colores vibrantes, pues le gustaba decir que todo se dividía en bloques de color, se convirtieron en aliados de su éxito, tanto en musicales como en películas que, a finales de los 40, comenzaban a tener más presente el cuidado del vestuario ante la revolución del Technicolor.

Elizabeth Taylor con vestido de Sharaff en su boda.

Elizabeth Taylor con vestido de Sharaff en su boda.

Durante su larga carrera, Sharaff fue conocida por su meticulosa atención a los detalles, su pasión por el color y su versatilidad para adaptarse a diferentes géneros y épocas. Para ello, se inspiraba en una recursos artísticos, que incluyeron la pintura impresionista y post-impresionista, que combinaba tanto en cine y teatro como con sus clientas particulares, entre las que destacó Elizabeth Taylor, a quien entre otras muchas ocasiones también vistió para el día de su boda con Richard Burton.

West side Story..

West side Story..

No obstante, Sharaff realizó sus mejores diseños en la década de 1950 con películas tan emblemáticas como Cita en St. Louis (1944), Un americano en París (1951), Ellos y ellas (1955) o El Rey y yo (1956), filme en el que se decantó por la seda tailandesa que empleó en tonos rojos, naranjas y rosas y que se convirtieron en un revuelo para el mundo de la alta costura, logrando que este brillante material se convirtiera en tendencia.

A finales de los 50, la diseñadora comenzó a alternar el trabajo de vestuario para una misma producción en versión cine y teatro, compaginando su labor paralelamente en Broadway y Hollywood con títulos tan relevantes como West Side Story  (1961), Funny Girl (1968) o Hello, Dolly! (1969) con Barbara Streissand como actriz principal. Asimismo, colaboró con sus diseños e ilustraciones de escenarios en películas musicales conocidas como Los mejores años de nuestras vidas, interpretada por Fred Astaire y Gene Kelly.

Cita en Sant Louis.

Cita en Sant Louis.

Sus diseños podían fusionar sin estridencias estilos totalmente opuestos según cada adaptación, desde los bohemios que hizo para la películaCastillos en la arena (1965), a los más renacentista para la película La mujer indomable (1967) o a la opulencia que demostró en el mítico filme Cleopatra (1963).

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Durante su carrera recibió un total de cinco Oscar por los diseños de vestuario de Un americano en París (1951), El Rey y yo (1956), West Side Story(1961), Cleopatra (1963) y ¿Quién teme a Virginia Woolf? (1966), ésta última por la que también ganó un premio Tony a la producción teatral. La última de sus nominaciones la logró con la película El otro lado de la medianoche (1977), aunque ya su estilo, como Sharaff lo entendía, no era lo que quería Hollywood.

Su trabajo final fue para el vestuario de Mamita Querida (1981), protagonizada por Joan Crawford, tras lo cual la diseñadora se retiró. Años más tarde, en 1993, recibió el Premio a la Trayectoria por su larga carrera centrada en el teatro, cine, ópera o danza y, el 16 de agosto de ese mismo año, falleció en Nueva York por una insuficiencia cardíaca. Un año antes había perdido a su gran amor, la pintora y escritora china-americana, Mai-Mai Sze.

Funny Girl.

Funny Girl.

Sharaff afirmaba que ser elegante y chic se podía comprar, pero el estilo propio nunca, por lo que, en este sentido, siempre fue única. Aunque sus prendas y tocados nunca se vendieron en las boutiques neoyorkinas, en cambio se erigieron en inspiración para muchos otros diseñadores. Ella creó, precisamente, lo que nadie podía comprar.
Texto: El Atelier.
Fuentes: Wikipedia, Royal Opera House y The Independent.

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