Moda solidaria, respetuosa con el medio ambiente y que defiende el sello made in Spain. Moda que se sostiene sobre valores, que reivindica la democratización de las tendencias y, sobre todo, que apuesta por la ropa de autor. Así es la filosofía de Iconic Barcelona, una plataforma de estilos cuyo objetivo principal es el de afianzarse como escaparate para los nuevos diseñadores independientes.
Con el compromiso firme de involucrar a los consumidores en el proceso de creación de las nuevas colecciones y lograr la fidelización de la marca, esta iniciativa pionera en España ha comenzado a posicionarse en el sector gracias a la decidida apuesta que las hermanas Posa pusieron en marcha a finales de 2011, cuando cambiaron sus trabajos por un nuevo mundo en base a la creatividad.
La directora de Iconic, Nuria Posa, en su empresa.
La firma centra su idea en promocionar a los nuevos diseñadores a través de concursos online
“Mi hermana estudió Bellas Artes y yo Historia del Arte, pero llegó un momento en que decidimos romper con lo anterior y emprender un nuevo futuro”, explica Nuria Posa, diseñadora y directora de Iconic. “La moda nos gustaba y yo tenía en mente abrir una tienda en Barcelona para promocionar a pequeñas marcas de diseño independiente. No obstante, un amigo publicista me aconsejó que buscara una nueva fórmula basada en el futuro del comercio: Internet. Así fue como comencé a investigar tendencias de mercado y a ver qué se hacía en otros países europeos o Estados Unidos al respecto. Por ello, influenciada por proyectos como Nextstyler o Made decidí apostar por un formato en el que crear moda, pero a la par promocionar a los jóvenes diseñadores. Este fue el inicio de la idea, hace ya cuatro años”, destaca.
La modelo Verónica Blume posa con diseños de Iconic.
Iconic Barcelona nació a fines de 2011 de la mano de dos hermanas emprendedoras y apasionadas por la moda
Nuria no desistió en su reto y durante todo ese tiempo se formó en moda, convirtiéndose en emprendedora y, además, diseñadora. Cuando su plan de empresa ya estaba listo llegó el nacimiento oficial de Iconic. Actualmente, y tras dos años y medio de andadura, más de 150 diseñadores independientes, una página de venta online y varios espacios multimarca donde vender in situ los diseños conforman el logro de esta firma de moda, en la cual el cliente es el principal sustento de todo el proceso de creación de las colecciones.
Las dos hermanas revisan el trabajo en su oficina, sita en Barcelona.
Bajo la fórmula del ‘collaborative fashion trend setting’, el procedimiento que sigue Iconic es sencillo. Cada dos meses organiza un concurso a través de su web (www.iconicbarcelona.com) en función de las tendencias del momento. Los diseñadores aportan sus bocetos acorde a los parámetros que se piden, para posteriormente ser los usuarios los que elijan, mediante un sistema de votación, las creaciones que más les gustan. El diseño ganador es, finalmente, el que se confecciona en el taller de patronaje de la firma barcelonesa y el que llega por tanto al canal de venta, contribuyendo de esta manera a que el diseñador tenga la oportunidad de dar el salto al mercado en tiempos difíciles para la industria textil española.
“Ahora mismo, los clientes pueden votar hasta finales de mes en nuestra web por el diseño ganador del nuevo concurso, basado en la tendencia étnica. Cada modelo presentado cuenta con una ficha en la que se da a conocer el perfil del diseñador, con su foto y sus datos personales. La ilustración que consiga más puntuación será la que forme parte de nuestra próxima colección y, asimismo, el diseñador elegido recibirá una remuneración de 300 euros además de su prenda confeccionada”, añade la empresaria.
Los diseños en venta, confeccionados bajo el sello made in Spain, no superan los cien euros y son exclusivos
No obstante, aunque otros de los participantes no sean los más votados por los clientes, no hay que decaer en el intento, pues Iconic permite presentarse cuantas veces se desee al concurso y, además, también da la posibilidad de que elija algunos diseños que no hayan sido los más votados. “Hay veces que vemos que algunas ideas pueden ser viables para su comercialización aunque no hayan resultado ser las ganadoras. Por ello, lo que hacemos es confeccionar estas prendas para su posterior venta y el diseñador también recibe su premio”, subraya Nuria.
La premisa de Iconic es crear ediciones limitadas, entre 15 ó 30 prendas, por cada modelo elegido para garantizar así la exclusividad. “De momento, al ser una empresa pequeña, sólo hacemos vestidos y algún top o blusa, pues al principio nos llegaban muchos bocetos de propuestas que eran muy difíciles de patronar y, por tanto, de comercializar. Por este motivo decidimos delimitar los modelos a concurso y, por ende, a confección, pues cada diseño no supera los 100 euros de venta al público, y hacer algo más complejo conllevaría aumentar el precio final y esa no es la idea”, comenta.
Los jóvenes diseñadores presentan sus bocetos a concurso en la web de Iconic.
La marca planea abrir mercado, con el fin de que las colecciones se exporten al resto de España y Europa
Destinada a un público femenino, de entre 30 y 45 años, que valora el made in Spain y la compra de un diseño único, Iconic se afianza a paso lento pero seguro dentro del nuevo concepto de la moda más democrática. Presentes en las tres últimas ediciones de la pasarela 080 Fashion Week Barcelona, el proyecto se afianza sobre el éxito de la emprendeduría.
“La verdad es que la firma ha sido bien acogida tanto por los compradores como por los jóvenes diseñadores, pues ven en nosotros una oportunidad de llegar al mercado, ya que la mayoría de los que creadores que participan en los concursos acaban de terminar la carrera o están a punto de finalizarla. Nuestros principales avales provienen de escuelas de moda, donde tenemos firmados convenios de colaboración, pero aparte también nos llegan propuestas de otras partes de España y del resto del mundo, pues han participado diseñadores italianos, noruegos y hasta de Estados Unidos”, destaca la impulsora de esta iniciativa.
“Queremos que el carácter de cada diseñador esté impreso en la pieza y que por un precio que ronda entre los 30 y 88 euros cualquier mujer pueda elegir su prenda exclusiva. Algo que también garantizamos con los tejidos que utilizamos para la confección, la mayoría sedas, algodones, viscosas, satén, gasa y lana de la que nos surten grandes proveedores de marcas como Adolfo Domínguez o Pronovias, entre otras”, puntualiza Nuria.
“Estas empresas proveedoras compran mucha cantidad de tela de alta calidad para estas firmas y las que sobran la revenden a mejor precio a marcas pequeñas como nosotros. El único problema, es que el metraje es limitado, aunque es otra forma de garantizar esa exclusividad en el patronaje que defendemos. De ahí que no trabajemos a medida, pues una que no hay tejido suficiente para una producción en serie y otra porque sería imposible poder mantener los precios sobre los que nos movemos”, recalca.
Respecto a los retos futuros de Iconic, su directora anuncia que el equipo tiene las miras puestas en la posibilidad de abrir mercado más allá de Barcelona, con la idea de que las colecciones puedan exportarse a tiendas de diseño del resto de España así como de Europa, más sensibles con la ropa de autor. En este sentido, su directora comenta que el último pedido lo han recibido desde Washington, lo cual es una muestra más del poder de las redes. Asimismo, otra meta a medio plazo se centra en los diseños para el hombre, algo que no descartan abarcar aunque de momento prefieren afianzar los cimientos del mundo mujer.
Nuria Posa y su hermana se aventuraron hace casi tres años a poner en marcha un proyecto de moda, conscientes de que son tiempos difíciles para todos. No obstante, sus pasos han sido firmes y han tomado el camino correcto, defendiendo la necesidad de confeccionar moda en nuestro país para reactivar la industria textil y crear nuevos puestos de trabajo.
“Ahora más que nunca tenemos que ayudarnos entre todos para generar actividad económica en España. Si los consumidores nos apoyan, lo harán a su vez a los diseñadores, a los talleres de confección y a las pequeñas empresas dedicadas a este sector, que podrán crecer. Todo es un círculo”, concluye la directora de un equipo que vive la moda intensamente, desde la ilusión del primer boceto hasta la alegría de saber que pronto alguien podrá estrenar una de sus prendas.
