Secretos entre bambalinas, miradas que se buscan a través de espejos o coquetas sonrisas que se perfilan al suave roce de una barra de labios se despojan de poses estudiadas ante el objetivo de la cámara de un coleccionista de imágenes. Instantes de glamour que se visten de elegancia para crear arte, contar historias o, simplemente, transmitir un sentimiento a través de un segundo robado al tiempo. Así es el trabajo de Hiroshi Yamaoka, un joven canario que irrumpe en el sector de la fotografía especializada en moda con fuerza y, sobre todo, con ganas. Instantáneas repletas de belleza de un experto que ha logrado hacer del backstage de un desfile su refugio, del final de una pasarela su aliado y del silencio de un estudio su universo. Un estilo muy técnico, como el mismo lo define, que se desnuda de componentes artísticos para mostrar, simplemente, la magia de un momento.
De padre nipón y madre canaria, Hiroshi Yamaoka lleva tan sólo cuatro años dedicado profesionalmente a la fotografía especializada en moda. Un sector al que llegó por casualidad a raíz de su primer trabajo reparando cámaras fotográficas. “Influenciado por mi padre, que vino desde Japón a Gran Canaria como ingeniero electrónico, siempre me gustó todo lo relacionado con este campo y por tanto fue lo que me llevó a estudiar Telecomunicaciones e Informática. Cuando me licencié, tuve la suerte de empezar a trabajar en el servicio técnico de Maya, lo cual me dio la oportunidad de ir a Barcelona a formarme en la casa Nikon para poder conocer mejor las máquinas que tenía que arreglar. No obstante, llegó un momento en que necesitaba entender mejor las necesidades de los clientes –en su mayoría fotógrafos expertos- y por ello opté por marcharme a Madrid y aprender más sobre el mundo de la imagen”, explica.
El fotógrafo grancanario lleva sólo cuatro años dedicado profesionalmente a retratar el mundo de la moda
Un tiempo de formación que coincidió, además, con el regalo de su primera cámara profesional, una Nikon FM2 analógica con la que empezó a coquetear haciendo fotos a los amigos. “En el año 2002 comencé como aficionado a hacer fotografías, realizando trabajos esporádicos en varias ramas como la deportiva o paisajística. No obstante, la moda me había atraído desde siempre y fue también la curiosidad personal la que me llevó a ampliar mi formación en este mundo. Hasta ese momento había sido autodidacta, pero la especialización la quise hacer en la escuela Workshop Experience de Madrid , que hasta ahora ha sido mi lugar de referencia”, comenta el experto.
Diversos seminarios especializados en iluminación, postproducción y retoque digital con grandes nombres de la imagen como Mario Sierra lograron ampliar y reforzar los conocimientos de Hiroshi Yamaoka en un sector que hoy ha pasado a convertirse en motor de sus ilusiones. Un cámara cuyo objetivo ha fotografiado a destacadas top model canarias como Patricia Yurena Rodríguez, Celiha Vallespir o GiovannaLee, entre otras, y que actualmente integran su particular portfolio de una elegancia vestida de píxeles.
Varios cursos especializados en fotografía de moda junto a grandes expertos han perfeccionado su técnica
Tras este período en el que se ha especializado en fotografía de moda, Hiroshi recuerda aún cuál fue su primera imagen. “Fue a un escaparate de la zona de Triana cuando aún estaba formándome, aunque ya con una modelo la primera imagen también la recuerdo, pues creé hasta un equipo para hacer un shooting a la sobrina de una amiga”, afirma entre risas. Una curiosidad personal y una inquietud por mirar más allá del objetivo que poco a poco fue colándose en su corazón para transmitir un deseo en forma de foto.
“He descubierto que la fotografía me llena, sobre todo esos momentos previos a una sesión que implican el participar activamente en la producción, elegir el lugar, el encuadre, etcétera. No busco algo concreto tras cada disparo, sino disfrutar con las ideas que surgen o con el simple hecho de dirigir a la modelo. Eso me gusta más que la foto final en sí misma”, añade un artista que se confiesa obsesionado por el control de la luz y de la técnica.
Aunque afirma que a nivel personal no se siente un fashion victim, en cambio su pasión por retratar la belleza que transmiten las modelos es algo que le ha atraído desde adolescente. “Con 15 años era ese chico raro que compraba revistas de chicas para recortar las fotos de las modelos. Tenía mi mesa de estudio llena de imágenes de Claudia Schiffer o Cindy Crawford que reflejaban esa búsqueda de la belleza femenina que tanto me atraía”. Poses y miradas que traspasaban el papel para clavarse en el corazón de un joven que, en ese momento, desconocía que años más tarde terminaría idealizando esa seducción en sus instantáneas.
“No sé como explicarlo, pero me siento muy vinculado a los modelos que retrato pues, precisamente, creo que lo que busco con mi trabajo es ser partícipe de alguna manera de este mundo de la moda que tanto me apasiona. Es una sensación especial que me llena muchísimo profesional y personalmente, pues económicamente no puedo decir lo mismo. En estos momentos, con tanta competencia y con la crisis que hay se han reducido mucho los trabajos publicitarios y se hace muy complicado vivir sólo de la fotografía. Pero aún así, continúo haciendo lo que me gusta, aunque muchas veces no vea mi trabajo recompensado en dinero”, matiza el fotógrafo.
Mundo de lujo y glamour, que se muestra en colores o se suaviza entre blanco y negro para transmitir sentimientos envueltos de perfección creativa. Contrastes de delicadeza que han logrado ir afianzando el nombre de este artista de la imagen al de editoriales de moda para revistas digitales, tanto de la Península como de Canarias, así como el de ser asiduo de pasarelas de prestigio como la de Gran Canaria Moda Cálida, Tenerife Moda o Costura España Madrid, entre otras. Fotografías que sacan a relucir esa esencia, a veces oculta, en la que las maniquíes derrochan elegancia tanto delante como detrás de los focos.
Hiroshi Yamaoka se considera todavía un novato en el campo de la fotografía, una profesión de le asevera le queda aún mucho que aprender. “No tengo un estilo concreto ni definid o, aunque en círculos cerrados sé que se reconoce mi técnica. Mi fotografía sólo un 10% de componente artístico, puesto que no soy de esa escuela sino del lado opuesto. No obstante, mi obsesión no es publicar mis trabajos en grandes revistas y presumir de ello, sino principalmente la de disfrutar con la experiencia”, puntualiza.
Modelos canarias como Patricia Rodríguez, Celiha Vallespir o GiovannaLee han posado para Yamaoka
Pese a ello, no decae en su intento de seguir dando pasos lentos pero seguros en un sector en el que cada día la competencia es mayor ante el elevado número de fotógrafos que existe, un hándicap que en cambio encuentra su aliciente en Internet, gracias al gran escaparate online que ayuda a que sus trabajos puedan ser vistos en todo el mundo. Barreras a la profesión que, en su opinión, se acrecientan en Canarias para los expertos en moda, pues “aquí es más difícil hacerte un nombre y que te valoren que en la Península, ya que no existe un criterio más o menos coherente para que una revista determinada te publique un trabajo. Si no eres amigo de.. entonces las puertas no se abren tan fácilmente, independientemente de que seas bueno o no en tu campo. Un hecho al que se une el que las firmas quieren que les hagas fotografías pero a coste cero, lo cual también está influyendo en que la calidad final de las imágenes no sea la más óptima”, critica.
Ante esta situación, entre sus retos inmediatos está dedicarse al sector de la publicidad, aparte de seguir colaborando con publicaciones digitales con sus imágenes de moda. “Ahora mismo estoy en un periodo de transición, combinando mi trabajo de reparación de cámaras con el de un estudio compartido con otro fotógrafo. En cambio, mi intención es trasladarme a la Península para poder trabajar allí, al igual que a Londres donde tengo contactos que me llaman puntualmente para realizar sesiones. Ahora estoy en el momento adecuado para dar este paso, pues no tengo nada que realmente me siga atando aquí”, anuncia.
Una meta alta con la que Hiroshi Yamaoka solo busca poder cumplir un sueño aunque sea en un nuevo destino. “Me queda mucho por hacer en mi carrera profesional y, sobre todo, que me aporten más que aportar yo. El futuro es incierto, pero creo que ha llegado la hora de cambiar”, concluye.