Gucci reinventa el Renacimiento en clave urbanita. La firma italiana ha presentado en el Palazzo Pitti, en Florencia, su nueva colección Crucero 2018, en la que el director creativo Alessandro Michele ha recreado a través de 115 salidas el esplendor del arte que cuelga de las paredes de la Galería Uffici, sita en dicho escenario.
Bajo el nombre de Antianatomy, la marca ha querido hacer en esta propuesta un guiño a los orígenes de Gucci, ya que la enseña tiene su base en Florencia, donde nació en 1921. Un desfile repleto de juventud y transgresión, en el que camisetas con logos, vestidos, sudaderas, abrigos o bolsos y riñoneras con el monograma de la casa han competido en color con los cuadros de Tiziano o Rubbens que decoran las paredes del palacio.
Fauna y flora siguen presentes en cada prenda, donde estampados o bordados se han convertido en símbolo de la marca. Prendas que continúan abrazando esa excentricidad con aires setenteros tan característica del diseñador. Joggings vintage, camisas de volantes, abrigos que fusionan pieles y texturas acolchadas, chaquetas bomber reversibles, trajes de tweed y un claro estilo sporty que se complementa con doradas coronas de laurel, perlas o turbantes muy a lo Sunset Boulevard, porque es la ciudad de Los Ángeles la línea que subyace a la colección.