André León Talley, el icónico periodista de moda y ex editor de Vogue, ha fallecido este miércoles, 19 de enero, a los 73 años tras sufrir un ataque al corazón. Mano derecha de Anna Wintour para la cabecera norteamericana, trabajó con toda figura ilustre de la industria, como con Diana Vreeland en el Costume Institute del Metropolitano de Nueva York, con Andy Warhol en Interview, y en París como corresponsal de WWD. El Vogue estadounidense fue su casa durante tres décadas, primero como director creativo y luego redactor jefe.
La diseñadora Diane von Furstenberg, que ha sido amiga suya durante más de 45 años, ha sido una de las que ha querido rendirle tributo: “Adiós querido André… nadie vio el mundo de la forma tan glamurosa en la que tú lo hiciste”, escribió en su cuenta de Instagram. “Nadie fue más grande ni más enternecedor que tú”.
Si algo se ha destacado siempre de Talley ha sido su gran personalidad y sus casi dos metros de altura, además de vestir con caftanes, sombreros y enormes abrigos. Sin embargo, no siempre vistió así: “Recuerdo una de las primeras veces que volví a casa después de haberme ido. Me presenté con ropa un poco más extravagante y a mi madre no le gustó nada. Fue durante la época en la que estudiaba en la Universidad de Brown (Rhode Island)”, recordaba en una entrevista con Nuala Phillips para la cabecera Vogue.
“Volví a casa con un abrigo hasta el suelo y me dejó muy claro que no iba a entrar en la iglesia conmigo de esa guisa. Me dijo literalmente: “Tienes que esperar y entrar después de mí”. ¿Puedes creerlo? Era un abrigo fabuloso de una tienda de segunda mano, azul marino con botones dorados. Yo tenía como 26 años, así que le dije: “Vale, entra y yo iré caminando detrás”. Esa fue la primera vez que me di cuenta de que, por supuesto, tengo que respetar a mi madre –¡quiero a mi madre!–, pero no tengo por qué estar de acuerdo con ella si sé que no tiene razón”.
Nacido en 1948 y criado en Carolina del norte en la época de Jim Crow, André Leon Talley fue siempre un enamorado de la moda: en sus memorias, Las Trincheras de la moda, explicaba cómo solía visitar su biblioteca local para leer copias de la revista Vogue, que vino a encarnar un mundo en el que “nunca pasaban cosas malas”.
Su carrera en la moda empezó como becario de Diana Vreeland en el Met, en 1974. Impresionada por su talento, se lo presentó a las filas de Warhol, tanto a Factory como a la revista Interview, donde trabajó como recepcionista. Comenzó a escribir para cabeceras como W y el New York Times. Fue en la edición norteamericana de Vogue donde se labró un nombre, primero como director creativo hasta 1995.
Volvería tres años más tarde como redactor jefe, un puesto que mantuvo hasta 2013. También fue parte del jurado de America’s Next Top Model, y presentó a Michelle Obama al diseñador Jason Wu, cuyos diseños llevaría la entones Primera Dama durante los primeros años de la administración Obama.
