«El hotel Ritz es mi casa», decía siempre Coco Chanel. Y en memoria a su fundadora, la casa francesa transformó ayer el lujoso hotel parisino en una improvisada pasarela repleta de glamour para presentar Paris Cosmopolite, la nueva colección de Métiers d’Art, que celebra el trabajo artesano de los artistas apoyados por Chanel.
Al frente del diseñador Karl Lagerfeld, la firma afrontó su sexto desfile del año con una propuesta rejuvenecedora para la próxima temporada 2016/17, en la cual predominan diseños ricamente bordados, plumas, volantes y lentejuelas.
Prendas de ensueño que envuelven el cuerpo femenino de tonalidades oro, beige, blanco roto, rojo, rosa, camel, azul y negro, colores y líneas depuradas que se reinventan para vestir a la mujer actual con aires retro. Faldas lápiz, pantalones pitillo o ligeramente acampanados en los bajos, chaquetas entalladas y largos abrigos que se funden con la belleza de los vestidos de noche, en los que Chanel hace un guiño a los años 20.
Ricos tejidos, en los que no faltó el característico tweed de la casa, el cuero o el denim, y nuevas aportaciones como las rosas rojas que adornaban el pelo de las modelos, sustituyendo así a la tradicional camelia de Chanel. Como complementos, zapatos planos de cordones o botas a media rodilla.
Texto: El Atelier.
Fotos: Chanel.
