Vanguardismo, surrealismo y color dan forma a un lienzo de moda que se convierte en tela para vestir a través de ‘La expresión de lo abstracto’, nombre que da vida a la colección de la diseñadora tinerfeña Beatriz de la Rosa que anoche se alzó con el primer premio del VIII Concurso de Jóvenes Diseñadores de Tenerife celebrado en el Recinto Ferial. Su propuesta destacó por el derroche cromático con el que cubrió y rompió la pasarela, estilismos en los que tonalidades naranjas, amarillas, verdes, azules, rojas y negras fueron las encargadas de construir siluetas sencillas para hombre y mujer, muy ponibles y, sobre todo, con un toque sport.
Una colección moderna y juvenil que se llevó el aplauso del público y los 3.000 euros del galardón gracias a unos estilismos en los que predominaron faldas, capas, pantalones palazzo y culottes, largos abrigos con cortes rectos y depurados, salpicados de detalles en terciopelo, escultóricas hombreras, camisas con flecos y, como aderezo, la única propuesta de moda baño que se vio sobre una pasarela en la que también compitieron otras cuatro propuestas finalistas. Un desfile con pocas sorpresas, salvo la iluminación y los efectos visuales que acompañaron el certamen, y que otorgó un segundo premio, de 2.000 euros, al barcelonés Miguel Ángel Ibáñez, quien con su colección ‘Akelarre’ embrujó a los asistentes en clave dark en base a un magnífico patronaje repleto de volumetrías.
La diseñadora Sandra Vieira, invitada a la final.
La flamante ganadora Beatriz De la Rosa, diseñadora gráfica, se inspiró en el movimiento expresionista, que tuvo entre sus máximos exponentes a Jacques Pollock o Mark Rothko, para rendir homenaje a esta influencia artística entre prendas que se sustentan en la corriente del Action Painting y en la técnica del Dripping, consistente en salpicar de forma espontánea la pintura encima de un lienzo. Dibujos repletos de fuerza y transgresión que se funden entre trazos geométricos subliminados sobre telas como el poliester, crepe, lana sintética, lycra, tul elástico o acetato, originando una explosión cromática que destacó sobre las otras colecciones dominadas por tonos oscuros o blancos.
Por su parte, el segundo ganador, Miguel Ángel Ibáñez envolvió de misterio y oscuridad una colección que se inspira en las reuniones de brujas y brujos presididas por Satanás, donde los ritos paganos se celebraban de noche y tres veces por semana y se representaban en doce etapas, entre las cuales destacaba la convocatoria, la ceremonia, el baile, la ofrenda y la misa negra. Una mágica puesta en escena que el creador catalán, formado en Diseño y Moda y patronaje industrial, supo hilar entre looks repletos de sensualidad en el que destacaron puntos lisos y con texturas, blondas, textura gabardina y lanas que fueron los encargados de construir siluetas repletas de volumen. Hombres y mujeres vestidos por pantalones, chaquetas, faldas y camisetas donde superposiciones de capas, lazadas, volantes, transparencias y gruesos leotardos tiñeron de negro, gris y blanco, entre pinceladas de rojo, una propuesta perfecta en cuanto a patronaje y en la que priman los cortes asimétricos y un efecto deshilachado. Asimismo, tocados a modo de viseras cubriendo los ojos y curiosos bolsos confeccionados por el propio diseñador en forma de nidos de cuervos pusieron la nota llamativa a una propuesta perfecta.
Mientras, la diseñadora catalana Sara Rello presentó a concurso su colección ‘Un cielo de hojas, propuesta para la primavera- verano 2016 que presenta a una mujer siempre sofisticada que coquetea con la naturaleza, reflejada en unas prendas elegantes, con volúmenes y formas orgánicas y naturales que sumergen en la profundidad de las hojas y la variada arquitectura de sus nervios. La colección, realizada con tejidos vaporosos y con marcados volúmenes, destacó por la combinación de colores, entre los que destacaron verdes, naranjas, rosas, marrones y blancos. Prendas entre las que predominaron vestidos, faldas, tops, monos y pantalones realizados con tejidos vaporosos, suaves y finos como el algodón, foam, neopreno, gasa, crepe, seda, tul bordado, guipur, antelina y rejillas de plástico. Como complementos, bolsos y sandalias hechos a mano con la técnica del trapillo.
Más sobria fue la colección del diseñador sevillano Sergio Parrales que, bajo el nombre de ‘Lozanía’, tiene a la mujer andaluza como elemento máximo de inspiración. El cuadro del pintor Rafael Zabaleta, ‘Aceitunares’ sirve como hilo conductor al creador novel, que toma prestadas de la obra las formas simétricas y los tonos de los campos de su tierra natal para conformar prendas de carácter amplio y cómodo, sin dejar de envolver a la mujer en un ambiente que resulta sexy de forma espontánea. El delantal se convierte en protagonista de una colección para el otoño-invierno en la que la versatilidad y fluidez construye siluetas holgadas para el hombre y la mujer. Cortes rectos y chaquetas con aberturas asimétricas que se combinan con faldas, vestidos y pantalones en los que predominan los tejidos sintéticos, la sarga y el muflón. Aceituneras urbanitas en tonalidades blancas, burdeos, grises y verdosas.
Finalmente, las hermanas italianas y residentes en Tenerife, Rosanna y Ambra Giammarino, fueron las encargadas de presentar la última colección a concurso bajo el título de ‘Princesses Right Now’. Un proyecto que se inspira en los cuentos infantiles y en esas niñas que sueñan con vestidos de princesas. Una fábula moderna en la que Blancanieves y Cenicienta dan forma a una propuesta sobria, inspirada en los años 40 y 50, en la que predominan las líneas rectas, faldas volumétricas o vestidos y monos con aberturas en la parte delantera y trasera gracias a anchas pinzas. Por otra parte, una línea más de noche se inspirada en los años del New Look de Dior, en base a corsés que marcan cinturas. Tejidos cómodos y estampados muy femeninos en colores rosa Candy o Blush, rojo Poppy y azul Sky.
La VIII edición de Jóvenes Diseñadores contó, asimismo, con la diseñadora portuguesa Sandra Vieira como invitada, quien presentó sobre la pasarela su colección otoño-invierno 2015/16, ‘Wintermoon’. Una oda a la sencillez que se inspira en las diferentes fases de la Luna para vestir a la mujer de un estilo casual, sensual y cosmopolita. Las líneas asimétricas se combinan para realzar la feminidad, destacando unas elaboradas chaquetas con cuellos geométricos y anchos botones, así como vestidos con toques lenceros y faldas rectas que tiñeron de suavidad una pasarela que cerró un vestido negro de fiesta de corte helénico y cuerpo de encaje.
El concurso fue presentado por la periodista de TelevisiónCanaria, Pilar Rumeu, vestida con un diseño de Marco y María (M&M), y contó con la presencia del presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, el vicepresidente económico del Cabildo, Efraín Medina, el director general de Juventud del Gobierno regional, José Téllez, el director de Tenerife Moda, José E. Sánchez Giusepe, y representantes del sector de la moda y la confección textil además de numerosos medios de comunicación.
El segundo finalista de Jóvenes Diseñadores.
El jurado encargado de elegir a los ganadores estuvo formado por Juan Castañeda (estilista), Sedomir Rodríguez de la Sierra (diseñador), Alfonso Boullón Sabin (director de la Escuela de Artes Fernando Estévez), Gregorio Hernández Pérez (director del CIFP Las Indias), Natanael Padrón (sociólogo), Lourdes Santana Navarro, (directora regional de Radio Club Tenerife), Teresa Correa (funcionaria del Cabildo de Tenerife), Joel Amaro Estévez (diseñador gráfico), Jonathan Domínguez (concejal de La Laguna), Néstor Rodríguez (sastre), Sole Orozco (coordinadora de la Zona Comercial Tranvía), Nuno Agostinho (presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Madeira), Blas Hernández (campeón de Europa de Jiu Jitsu), Antonia San Juan (actriz), Isabel Méndez (secretaria), y Dulce Xerach Pérez (presidenta del Círculo de Bellas Artes y presidenta del jurado).
