1913 Views |  Like

Alicia Medina, la modelo canaria que deslumbró a Cavalli

Camaleónica, elegante, pícara o sensual, Alicia Medina se transforma en angelical o felina para pasear un rostro y un cuerpo casi perfecto por las portadas de las revistas de moda más importantes del mundo. Una mirada de niña, aderezada con sus coquetas pecas, que acompaña destacados editoriales o spots publicitarios. Desde Victoria’s Secret, Intimissimi o el propio Roberto Cavalli, entre otras reconocidas firmas internacionales, lo cierto es que los ojos verdes de esta guapa tinerfeña han conquistado la meca del modelaje.

Con su 1,77 centímetros y unas medidas excepcionales (84-61-88), Alicia Medina recuerda que comenzó en la moda por casualidad, tras ser descubierta cuando paseaba por la calle. Hasta ese momento nunca había sentido atracción por este mundo de aparente glamour, pero al final decidió probar suerte y lo que inició como una aventura terminó convirtiéndose en su medio de vida. Con 24 años, acaba de cumplir cuatro como una de las principales modelos de la agencia Sight, una pasión por el modelaje, siempre salpicada entre luces y sombras, que la ha llevado a desfilar en pasarelas de medio mundo aunque manteniendo los pies sobre el suelo. Ella es consciente de que lo que ha dejado atrás, como ese sueño aparcado de llegar a ser arquitecta, ha sido un alto precio a pagar y, aunque no esconde que ha llorado mucho en su profesión, por otra parte confía en que lo mejor está por llegar.

La tinerfeña Alicia Medina lleva cuatro años dedicada al mundo del modelaje a nivel nacional e internacional

La modelo tinerfeña, Alicia Medina.

La modelo tinerfeña, Alicia Medina.

– ¿Cuándo y cómo empezó su carrera en el mundo de la moda?

– Comencé en la moda cuando decidí estudiar fuera de las islas, pues aunque tenía becas necesitaba dinero para el día a día y se me presentó esta oportunidad. Un día caminando por la calle, la directora de una agencia me ofreció ser modelo, pero a mi me costó un año para decidirme. No entendía nada y no me sentía cómoda al principio, pero eso ya se quedó atrás, muy atrás.

– ¿Cuál fue su primer trabajo profesional?

– El primer año fue una locura, gané el casting de Supermodel of the World de la agencia americana Ford en España y me fui a un desfile con mis apuntes y mis proyectos a Montenegro, donde se celebraba ese año el desfile con una niña de cada país. Tengo muy buenos recuerdos de aquello y me llevé muchas amigas con las cuales he coincido más tarde, pues este mundo es un pañuelo. Mi vida era la universidad pero aprovechaba los veranos y las semanas santas para irme a Barcelona y Madrid y hacer algunos trabajos. El primer año también hice el anuncio de la marca Mentos internacional, fui portada de la revista Ragazza y realicé editoriales en ELLE España y Cosmopolitan.

La top en un editorial para la revista GQ.

La top en un editorial para la revista GQ.

– Dejó sus estudios de Arquitectura por la moda. ¿Se ha arrepentido de esta decisión?

– Fue una de las decisiones más duras que he tomado, pero no me arrepiento porque ahora estoy en la universidad de la vida, aprendiendo idiomas, culturas y viviendo en sitios increíbles con personas diferentes. Mis amigos arquitectos de hecho ‘envidian’ esta fortuna de vivir el backstage de la localizaciones tan espectaculares que tengo la oportunidad de ver . De hecho no he dejado la carrera, a mi me gusta pensar que está aparcada, hice tres años y mi propósito es terminarla.

– ¿Es más sacrificada la carrera de una mujer que la de un hombre en el mundo de la moda, es decir, se las presiona mucho más profesional y socialmente?

– Pienso que es igual de sacrificada. Estamos bajo la opinión pública y en cierta manera somos un producto. Mi truco es no tomarme nada de manera personal, la belleza es relativa y evidentemente no se puede gustar a todo el mundo. Lo más importante es conocerte cien por cien a ti mismo, hacerte amigo de la soledad y no olvidarte nunca que lo más importante y lo más difícil que tenemos que controlar es la seguridad…para modelos y para todo el mundo. La única diferencia es que la carrera del modelo masculino es más larga.

Alicia Medina está representada por la agencia Sight.

Alicia Medina está representada por la agencia Sight.

– ¿Qué es más importante para triunfar: ser guapa y tener un buen cuerpo o la preparación mental?

– Ser fuerte e inteligente, estudiar tus mercados y saber dónde y cómo funcionas mejor y explotarlo es lo primero a tener en cuenta. Además, y no menos importante, está cuidarte, pues si vives de tu imagen sabes que es tu trabajo y debes de cumplir con un par de normas básicas no solo de belleza sino de salud.

– En su caso, ¿cuál es el secreto del éxito?

– No me quedo en mi casa esperando una llamada, yo me muevo. Me ha llevado tiempo descubrir y saber cuales son mis mercados, ahora ya los sé y los adapto por temporadas. Me encanta llegar a una ciudad y sentirla como mía porque ya he vivido allí y conozco perfectamente sus rincones. Cuando es la cuarta vez que vuelves ya te vas haciendo a ella, a un local determinado, con tus amigos, o a esos lugares favoritos… ¿no es eso increíble? Es duro al principio, muy duro, sobre todo porque nadie te explica cómo funcionan las cosas, pero está en ti ser fuerte y aún así creo que soy una afortunada. Mis ciudades son París, Miami, Nueva York, Londres, Barcelona y Madrid.

Alicia Medina en un editorial junto al diseñador Roberto Cavalli.

Alicia Medina en un editorial junto al diseñador Roberto Cavalli.

– De los muchos trabajos que ha realizado a lo largo de su trayectoria. ¿Cuáles destacaría y cuáles olvidaría?

– Destacaría muchos de ellos, sobre todo en los que me he divertido mucho, como por ejemplo este año en New Mexico disfrutando de amaneceres en un desierto de arena blanca en la campaña de joyas de Kendra Scott, o la vez que viajé a la bella Florencia para trabajar con Roberto Cavalli. También mi primera vez en Nueva York y uno de mis primeros trabajos que fue para Victoria’s Secret en pleno Times Square, o cuando estuve en Verona, la tierra de Romeo y Julieta desfilando para Intimissimi. Incluso ahora que voy en tren para Madrid a un trabajo con Vogue España. Son muchos años de trabajo y esfuerzo en los que siento que lo mejor está por llegar. Los que olvidaría , de hecho, ya están olvidados y aquí solo quiero contar cosas bonitas.

– Su carrera se ha centrado más en el mundo de la publicidad que en la pasarela. ¿Se siente más cómoda posando que desfilando?

– Digamos que empecé en la moda por un objetivo económico principalmente, la publicidad es un mundo más sano que el de las pasarelas, además es donde está el dinero. Esa es la verdad, las pasarelas es un mundo de glamour y falsos testimonios, te da repercusión pero no te da de comer ni paga las facturas. Además tienes que lidiar con unas exigencias que a veces pasan la línea. En mis inicios si que desfilé, pero ahora mismo no me compensa.

La maniquí canaria junto a su pareja, también modelo, Iván Noda.

La maniquí canaria junto a su pareja, también modelo, Iván Noda.

– ¿Y cómo es el día a día de una maniquí por las ciudades de la moda?

– Es un ir y venir constante. He estado viviendo en Milán pero solo para la temporada, aunque realmente no vivo en ningún lado. Este año 2015,  especialmente, ha sido una locura de aviones y destinos y, aunque estoy muy feliz por ello, he tenido momentos de ansiedad en aeropuertos y desconcierto en hoteles al no recordar ni dónde estoy.

– Su pareja también es modelo, el tinerfeño Iván Noda. ¿Cómo se mantiene una relación en la que el trabajo los mantiene casi siempre separados?

– Pues afortunadamente bien, nos entendemos porque los dos sabemos lo que significa este mundo y por fortuna tenemos los pies en la tierra. Son cuatro años de relación en los que hemos estado viajando juntos y nos conocemos perfectamente. Ahora ha cambiado la situación y estamos separados, pero es algo temporal y seguimos sintiéndonos como un apoyo y pilar fuerte a pesar de la distancia.

La modelo en la pasarela 080 para Desigual.

La modelo en la pasarela 080 para Desigual.

– La top española Blanca Padilla ha realizado unas declaraciones muy directas sobre lo que se cuece tras el glamour que rodea a las modelos. ¿Compartes sus reflexiones? 

– Estoy de acuerdo con lo que ha dicho, es la cruda realidad. Pero hay que quedarse con lo bueno, evitar a toda costa los apartamentos de modelos, alquilarte, como hago yo, tu propio piso y codearte también con personas fuera del mundillo, porque si no te vuelves loca. También tienes que tener claro que nada es justo y que actualmente ser popular en las redes sociales es clave para las marcas, publicidad y marketing gratuito para el cliente que le interesa contratar a alguien que tiene millones de seguidores. Muchas seudo modelos son muy populares y simplemente se llevan los trabajos. Como he dicho no es justo y tampoco estoy de acuerdo, pero es lo que hay.

– ¿Ha temido en alguna ocasión caer en la anorexia o la bulimia por el simple hecho de no perder un trabajo?

– Jamás. Si hay algo de lo que estoy orgullosa es de tener los pies bien anclados en la tierra. Yo siempre digo que hay dos opciones y la que yo elijo es la de comer sano y a veces no tanto pero tener mi rutina de ir al gimnasio y practicar yoga. El deporte siempre ha formado parte en mi vida y es algo que necesito hasta para dormir mejor. Fui gimnasta federada muchos años y cuando cumplí los 16 entré en la compañía de Ballets de Tenerife, con los que actué dos años viajando por España. Fue una etapa que recuerdo con muchísimo cariño y que hecho mucho de menos.

Alicia desfila para Dalmau en Gaudí.

Alicia desfila para Dalmau en Gaudí.

– ¿Ha llorado por trabajo?

– He llorado por impotencia, he llorado por estrés y he llorado cuando me he cruzado con personas sin educación. Pero hace tanto de eso…afortunadamente ya entiendo como funciona todo este mundo y no merece la pena. Hay que tener claro que es cuestión de suerte y actitud, casi nunca depende de ti que logres o no un trabajo, con lo cual no merece la pena llorar más.

¿Tiene algún sueño por cumplir?

– Me gusta creer que lo mejor está por llegar, mi sueño es trabajar como lo estoy haciendo y seguir viajando, conociendo y aprendiendo. Ser arquitecta y trabajar de mi futura profesión también es mi sueño, pero para ello aún queda mucho por hacer.

Editorial para GQ.

Editorial para GQ.

– La vida profesional de las modelos es efímera. ¿Qué piensa hacer una vez se retire de este mundo?

– La vida de modelo se acaba, pero es un tren de oportunidades porque te permite (si tienes cabeza) hacer mucho dinero en poco tiempo y además, debes aprender a gestionarlo. Pero, lo que considero más importante aún es que te permite hacer contactos para el futuro. Tengo tantos proyectos que no sé ni por donde empezar a contarte, la próxima vez que hablemos y esos proyectos pasen a ser realidad, estaré encantada de hacértelos saber.

– ¿Qué consejo daría a esas niñas que sueñan con ser modelos?

– Que sean ellas mismas sin olvidar que esta profesión puede ser algo temporal y que hay que tener un plan B . Hay que tener paciencia porque todo llega cuando tiene que llegar, ni antes ni después y de esto soy testigo por mucho que suene a ‘dicho’. Aprender a ser fuerte y tener actitud es la clave.

Texto: Mónica Ledesma.
Fotos: Cedidas por Alicia Medina.
Comparte esto