Cuando era pequeña soñaba con ser bailarina, pero sus pies, y sobre todo sus manos, ya estaban destinados a volar más alto. Hija de los dueños de las joyerías Nicol’s de Madrid, Patricia Nicolás creció entre las piezas de oro y diamantes que elaboraba su padre y, a pesar de que tenía su futuro garantizado al frente del negocio familiar, ella encontró su esencia a miles de kilómetros de distancia. “Nací y viví este mundo desde pequeña y, lógicamente, ha influido en que me decantara por crear joyas”, añade. Una línea de complementos que triunfa en el mundo al más puro british style.
Patricia se mudó a Londres, donde tras finalizar en 2006 sus estudios de Empresariales en Central Saint Martins emprendería un nuevo rumbo. Sería entonces cuando el alma joyera de su infancia brotaría en todo su esplendor, diseñando piezas transgresoras, coloristas y divertidas, en las que jugaba a fusionar diferentes texturas y materiales para dar forma a labios, gambas, tomates, sandías e incluso calaveras. Un peculiar universo repleto de toques pop art y guiños surrealistas bajo el que nació su marca homónima.
Su empresa fue creada, por tanto, como un concepto de espíritu libre, creatividad y dinamismo porque, según afirma la diseñadora, la clave está en “divertirte en todo lo que hagas”. Así apostó por romper con el tradicional concepto de esa moda que sigue tendencias para centrarse en crear la suya propia, lanzando una primera colección que adornó las vitrinas de los famosos almacenes Harrods y Harvey Nichols.
Celebrities como Dree Hemingway, Sienna Miller o Alexa Chung no dudaron en lucir las piezas de esta española con alma londinense, contribuyendo a afianzar el éxito de unas creaciones que la llevaron en 2011 a ser elegida entre los cinco diseñadores de joyas más creativos del Reino Unido y diseñadora revelación por Freedom at TopShop, lo cual abrió importantes vías de colaboración entre las dos marcas.
En 2014, la firma logró dar el salto a nivel internacional al colaborar en la MBFW de Madrid, donde complementó la colección primavera-verano de la reina de los corsés, Maya Hansen, gracias a unas piezas inspiradas en Frida Kahlo, una misma pasarela en la que ambas creadoras repetirían éxitos en el otoño-invierno 2015. Asimismo, empresas destacadas como LG, Diesel o Vogue también pusieron sus ojos en la forma de sentir la joyería de Patricia Nicolás y contribuyeron, por tanto, a proyectar su arte a través del mundo.
El pasado septiembre, la diseñadora madrileña regresó a su tierra natal para volver a desfilar en la Fashion Week, aunque esta vez junto a María Escoté. Su colección primavera-verano 2016 ha dado un giro respecto a sus anteriores propuestas, al volverse menos cañera para vestir de romanticismo la época estival en base a coloristas margaritas a tamaño XXL. Un nuevo rumbo que justifica en que “voy cambiando de estilo, me gusta hacerlo aunque dentro de mi línea, pues lo que intento es evolucionar”.
Rupturista, innovadora y, además bloguera, Patricia Nicolás está a punto de cumplir una década como diseñadora, un intenso tiempo en el que sus piezas no sólo han conseguido ser referentes de la joyería del siglo XXI, sino que sus abalorios también viajan por todo el mundo a través de su tienda online. Así es la mujer que llevó el color a Londres.
–¿Cómo comenzó todo?
-Empezó cuando me mudé a vivir a Londres. Allí empece a crear piezas, aunque primero estuve trabajando para dos diseñadoras y, al poco tiempo, fundé mi marca.
-¿Por qué Londres?
-Para mí, Londres es la mejor ciudad del mundo y toda esta mezcla de culturas que convive entre sus calles me llena de inspiración.
– ¿Colaborar con Top Shop fue un trampolín para afianzar el éxito?
-Fue una de las causas, pero también el hecho de que cuando empecé a diseñar mis piezas se vendieron en Harvey Nichols y Harrods.
-Sus diseños se caracterizan por ser voluminosos y, sobre todo, originales. ¿Cuál es la fuente de inspiración?
-Mi lema es la diversión, mezclo todo, y hago de todo. Divertirme cuando diseño es lo que mas me gusta. Sólo se vive una vez, así que por qué no sacarle el máximo provecho.
– ¿En qué se ha traducido su colaboración en pasarela junto a Maya Hansen o María Escoté?
-Ha sido muy importante y positivo, sobre todo para mi carrera profesional, pues he aprendido muchísimo de estas experiencias.
-¿Cuáles son sus materiales preferidos?
-Prácticamente utilizo de todo y me gusta combinarlos, desde oro, plata, metal , metacrilato, esmalte, madera…
– ¿Entre sus retos está establecerse algún día a España o abrir tienda propia aquí?
-Si me gustaría mucho, pero quiero hacerlo en el mejor momento de España y no creo que todavía lo sea.
– ¿En su caso tiene sentido el refrán de que nadie es profeta en su tierra?
-Un poco de verdad hay al respecto, pero creo que se debe a que triunfar o llegar a hacer algo importante en una ciudad que no es tu país de origen y encima, en el caso de Londres que es una gran ciudad, es aún mucho mas difícil que si consigues algo en tu país. Ademas, aquí hay una competencia brutal y es más difícil conseguir cosas, y siempre es por ti, en un 100%. No hay nada que haya logrado que sea porque conozco o soy amiga de la amiga de no sé quien… Aquí esto no funciona tan bien como en España, pues valoran más el talento y el trabajo y no prima tanto el amiguismo.
– ¿Con qué nos sorprenderá en la próxima colección?
– Voy a hacer bolsos y pañuelos para la próxima primavera-verano. Además estoy preparando una colección para la National Portrait Gallery, uno de los grandes museos del mundo, que probablemente será la colaboración más importante que haya hecho hasta ahora. Muy pronto sabréis más.