Artesanía y moda se convirtieron en las grandes estrellas de los desfiles que vistieron de tendencia la segunda jornada vespertina de la reciente Feria Internacional de la Moda de Tenerife, evento que se celebró en el Recinto Ferial de Santa Cruz del 30 de marzo al 2 de abril.
Un total de 18 firmas, pertenecientes a los programas Tenerife Moda y EmprendeModa, fueron las encargadas de presentar sus nuevas colecciones de temporada, tanto en el apartado de artesanía como en el de joyería, bisutería y complementos, así como en moda hombre y fiesta para mujer. Todo un espectáculo para los sentidos que se desarrolló en las dos pasarelas con las que contó este año la Feria.
Innovación, imaginación y derroche de fantasía que, en una maratoniana sesión de desfiles, dejó latente que la moda con sello tinerfeño tiene mucho que decir. La pasarela ubicada en la Caja Negra fue la encargada de recibir los primeros desfiles de las marcas especializadas en joyería, bisutería y complementos.
La firma Magdala fue la primera en subir a pasarela con su nueva propuesta para la primavera-verano 2017, la cual se inspira en reinas africanas como Makeda de Saba, Candace de Meroe, la estratega Amina de Hausa, la pacífica Nefertari o la poderosa Cleopatra, que se transforman en musas de la elegancia más chic. Dividida en dos líneas, la primera de ellas es más colorista y tribal, destacando los collares largos de piedras de colores y adornos con piezas étnicas. Mientras, la segunda es más sofisticada y enigmática, en base a collares cortos con piezas como serpientes o lagartos adornados con conchas, nácar y swarovski. Colores como el marfil, el dorado, el azul jeans, los lapislázuli, el rosa madreselva, el naranja y el verde esmeralda adornan de coquetería a la mujer más actual.
Mientras, Silver Point ha apostado en su nueva colección por unir clasicismo y modernidad a la alta joyería. Piezas minimalistas, realizadas con diamantes, perlas y circonitas entre las que destacan las gargantillas y pendientes a juego, elaborados con perlas de río en diferentes tonalidades que se complementan con anillos de perlas y circonitas engarzadas. Asimismo, propone cadenas con cruces elaboradas en blanco y en negro, alianzas de diferentes colores o joyas con terminación en oro de 18 kilates, amarillo, rosado o rodiado que se fusionan con collares y pulseras de cuero para darle un toque más casual a la joyería de siempre.
El glamour llegó de la mano de By Loreiro, firma que recién aterrizada de su debut nacional en la pasarela Atelier Couture de Madrid, presentó en Tenerife su colección Bridal y Ceremonia 2018, con la que ha vuelto a los orígenes del noble arte de la sombrerería. Piezas de alta costura confeccionadas artesanalmente donde los sombreros y tocados adornan las cabezas de las mujeres más románticas. Colores empolvados que van desde el gris, hasta los aguamarina, turquesas y lavandas, así como formas geométricas y asimétricas, enfrentadas en un mismo tocado, convierten cualquier look en una obra de arte. Asimismo, para las novias únicas, la marca oferta tocados exclusivos realizados con plumas de oca biot y acompañados de bases trabajadas en diferentes materiales, como el buntal o el sinamay. Piezas que fluyen desde la cabeza, con diferentes formas y que se mimetizaron con cinturones, hombreras y clutch joya, en forma de ramas, árboles y exóticas aves.
Más desenfadado fue el desfile de la firma Roselinde, que se mostró exótica y rompedora. Inspirada en la naturaleza más salvaje, en su nueva colección combina materiales tan diversos como pueden ser los flecos, las plumas, el cristal, junto a otros elementos de nácar, jade y cuarzo. Para esta ocasión, incorpora componentes engomados que marcan una tendencia ecléctica y rompedora hacia nuevos materiales en los diseños. Una paleta de colores abarca desde los tonos suaves como el rosa, verde o azul pálido, hasta los más vibrantes con la explosión de los matices en azafrán, salmón, mandarina, amarillo intenso y ocres.
El exotismo llegó de la mano de Maharani, firma de bisutería que busca la inspiración para su nueva colección en la princesa ‘Mumtaz’ y en su mausoleo, el Taj Mahal. Una propuesta que recrea los colores de las piedras semipreciosas fusionados con cristales con tonos azules como primera referencia. Los tonos pastel también destacan junto a otros elementos como el bronce, los borlones de piedras o la seda salvaje que forman vistosos collares, pulseras o pendientes.
Por último, la encargada de cerrar esta pasarela de joyas fue NOK, que volvió a sorprender con un crisol de sensaciones lleno de color, así como con su característica pátina de bronce. Voluminosas piezas inspiradas en África que ata la artesanía a la joyería actual. Con una brillante puesta en escena, que recordaba a los famosos Ángeles de Victoria’s Secret, pero en este caso con el logo de la enseña a modo de alas, desfiló elegancia y versatilidad entre cristales creados en crisoles de arena a mano y pintados a mano, nácar, perlas o hueso de camello.
Como broche de la tarde, el diseñador Juan Carlos Armas fue el encargado de presentar la moda fiesta mujer con su colección ‘Fado’, femenina y sensual. Vestidos joya donde la riqueza de los materiales hace exclusivos a cada uno de sus modelos. Las transparencias y los traslúcidos convirtieron los diseños en una apuesta poética. Los volúmenes, en superposiciones, crearon una armonía perfecta para aquellas novias que buscan un diseño romántico y un aspecto elegante. Los tejidos armonizaron encajes, payés, tules y sedas que se mezclaron entre las texturas, los bordados y los brillos. Cuerpos definidos y espaldas esculpidas dieron lugar a siluetas refinadas. La paleta de color surgió como una melodía llena de creatividad, con blancos rotos, tonos nude, rosas empolvados y negros, como protagonistas de la obra.
Por otra parte, en la pasarela central de la Feria de la Moda tuvo lugar el desfile de artesanía y moda, el cual comenzó con la marca Anastasia. Su colección ‘FEM’, basada en la naturaleza femenina, ofreció colores rojo escarlata y el azul turquesa, con matices en verde, amarillo ocre y, en esta ocasión, un lila azulado en las violetas que estaban acompañadas por zafiros zirconios. La propuesta contó con plata, engastes, esmaltes al fuego, el aluminio y los esmaltes sintéticos.
Mientras, la joyera Claudia Kurzweil encandiló y emocionó con su nueva colección ‘Black & White’, para el próximo otoño-invierno, basada en la simplicidad de las formas y colores. Con tendencias minimalistas, inspirada en el diseño japonés, y mediante el uso de los volúmenes sin llegar a la opulencia, resumió la carta de colores a la elegancia del blanco y negro. Piezas exclusivas elaboradas a mano, a través del uso de diferentes materiales que homenajean al séptimo arte y a la belleza de las esculturas.
Milcolores Design, por su parte, propone una colección de blusas y blusones en diferentes sedas tintadas, basadas en un espíritu de cambio y renovación, a través del empleo de nuevas técnicas para conseguir efectos y diseños originales. Patrones y estilo propio para prendas únicas, sensuales y cómodas. Bajo el nombre de ‘Crisálida’, la nueva colección llega repleta de color y frescor.
La firma Trama Textil llenó de calidez la pasarela con su colección ‘Coral’, elegantes y elaborados tejidos de calada de factura artesanal. Chales, mangas y chalecos elaborados en lino, algodón, lana, seda y tul, todos ellos inspirados en los arrecifes de coral y en la flora y fauna que conforman los ecosistemas marinos. Algas, medusas y animales coralinos, de los que afloran colores como naranjas, rosas, violetas, crudo, negro y rojo, envuelven a la mujer de elegancia tejida a mano.
En el turno de DV Bisutería, la firma presentó ‘Hadi’, una colección exclusiva de bisutería artesanal elaborada en vidrio fundido. Traducido del persa como alegría, sorprenden sus piezas XXL de colores vivos, frescos y luminosos. Además, con innovaciones técnicas, presentó por primera vez diseños multicolor de tipo figurativo, como los mandalas, así como elementos abstractos de gran energía, que transmiten optimismo y felicidad. La gama cromática es amplia y llena de contrastes, desde la nitidez y serenidad del azul turquesa o el lila, hasta la energía de colores como el rojo bermellón, el cian o el amarillo. Las formas, volúmenes y tamaños se combinan en el vidrio y se acompañan de cueros, metales y textiles.
Agostina Santina, con su colección llamada ‘El Secreto’, se ha inspirado en el libro de Ronda Byrne que narra cómo construir una vida plena, abundante y feliz explicando cual es el proceso para lograr los sueños. Piezas de colores, en materiales como el cobre, la plata, el cuero y el algodón y en una paleta de colores fríos y cálidos que se abren a nuevos paradigmas.
Por último, Redisain fue la encargada de cerrar esta pasarela de artesanía con una novedosa mezcla de sostenibilidad y tecnología. Planteó una colección de bolsos funcionales denominada ‘Industrial’, destinada a aquellos que aprecian el diseño y las piezas únicas. Una línea de trabajo más actual, que jugó con tonalidades amarillas, rojas, blancas y azules, e incorpora nuevos materiales, como los cinturones de seguridad de los coches o las maderas recicladas de los palets. La firma apuesta por una moda sostenible que se vuelve sobria y elegante, dejando de lado la combinación de estampados de colores.
Como colofón a este intensa jornada de presentaciones, la Caja Negra volvió a ser testigo de la moda más actual, dividida en hombre y fiesta mujer. Así, la primera de las firmas de moda hombre en desfilar fue The Knot Company, cuyas creaciones para la nueva temporada se inspiran en las formaciones de coral que rodean las islas tropicales del Índico. La marca añadió a su colección ‘Atolón’ los boxer cortos y los boxer surferos, creados para un hombre dinámico. Desfilaron pantalones bermudas muy amplios, sudaderas y camisas con tramas caladas de tejidos y materiales tecnológicos, que se sumaron a las camisetas, bolsos y porta- toallas. Todo ello, en una paleta de verdes, azules y tonos coral que dibujan figuras circulares y ondulantes en el océano.
Mientras, el hombre más british subió a pasarela de la mano de Hutton, con su nueva colección de Hutton SS ’17, inspirada en la figura del gentleman, pero con giros basados en las últimas tendencias. En esta propuesta la estrella fue la polera con cuello mao o cuello italiano en colores pasteles. Chaquetas, pantalones de lino, jerseys de medio pico, chalecos de eco pluma, sudaderas con motivos camuflaje y camisas de vestir, fueron algunas de las novedades de esta temporada. Prendas diseñadas para un hombre urbanita, elegante y con mucho estilo, que busca el detalle para marcar la diferencia. Todo, unido a un conjunto de complementos únicos.
Néstor Rodríguez y Abraham Zambrana`pusieron el punto y final a la moda hombre con una fusión de sastrería y complementos única. Así, el primero dio paso a una colección primavera-verano 2017 que se inspira en el antiguo Luxor y que se caracteriza por prendas confortables superpuestas entre sí y looks monocromáticos. Juego de largos modulares y de formas asimétricas, que generan nuevas líneas de vestir sin olvidar las clásicas del traje bespoke. Desde el luminoso blanco, pasando por infinidad de tonos, se centra en el beige y al camel, para acabar con los tostados y marrones. Como contraposición a los tonos naturales, pinceladas de tonalidades ácidas e intensas. Trajes para el nuevo hombre que fueron acompañados por el calzado y bolsos de Abraham Zambrana, que abogó por una paleta de colores como el rojizo de la fachada del Palazzo Bembo, los anaranjados y blancos del Palazzo Cavalli Franchetti, los amarillos que recuerdan a los reflejos dorados del sol, en los atardeceres sobre la cúpula de la Basílica di Santa María della Salutte o los azules del anochecer de Piazza San Marcos. Los mocasines tassel, caracterizados por llevar un adorno en forma de lazo con dos borlas sobre el empeine, la gran apuesta de la firma.
Por último, la gran pasarela concluyó con una oda a la elegancia más exquisita a cargo de la firma Sedomir Rodríguez de la Sierra. Con su nueva colección de fiesta 2018, el diseñador aboga por vestidos largos transparentes cargados de pedrería y encaje, donde los detalles de acabado artesanal cobraron gran importancia. Flores, aves y plumas forman el estampado de los vestidos, que incrustados en la misma tela o acompañados de abalorios lograron un efecto tridimensional, en capas y tejidos vaporosos. Cinturones de terciopelo marcan las cinturas en un sinfín de elegantes trajes cortos, pantalones, abrigos y blusas con brocados bordados, en colores pasteles y adornados con transparencias, escotes e infinitas aberturas.
