La maison Dior ha elegido el palacio de Blenheim, sito en Woodstock, muy cerca de Oxford (Inglaterra), para presentar la nueva colección crucero 2017 de la casa, la cual llega bajo el titulo ‘Dior Express’. Un escenario repleto de encanto y simbología para la firma que, este martes 31 de mayo, ha regresado a sus orígenes en recuerdo a su fundador, Christian Dior, quien desfiló en este mismo recinto en 1954 y 1958, respectivamente. Asimismo, para hacer del evento un acontecimiento social, los invitados pudieron llegar a la cita a través de un tren customizado por la firma o en los tradicionales taxis ingleses decorados para la ocasión con el anagrama de la marca.
Precisamente, ha sido el viaje de París a Blenheim y el periplo internacional por el mundo de la moda que recorren las tendencias lo que ha servido de punto de partida a los actuales directores creativos de la casa, Lucie Meier y Serge Ruffieux, para dar forma a la propuesta. Una inspiración, alejada del estilo más moderno del anterior diseñador, Raf Simons, que toma como referente el alma de Dior para convertirla en looks sobrios y muy royal. Creaciones que no provienen sólo del vestuario de la alta sociedad de la posguerra, sino, del espíritu de aventura de la época.
La necesidad de viajar, la campiña inglesa evocada a través de alusiones a la caza y a su universo pictórico, toques de rojo que recuerdan el escarlata de los trajes de los cazadores del zorro, tweeds rústicos, popelinas rurales y hasta escenas ecuestres en medio de los jacquards figurativos o mezcladas con los ramos de flores conforman dibujos que se combinan con terciopelos, sedas y estampados de inspiración africanos que hacen un guiño al espíritu explorador y a la excentricidad inglesa en el vestir.
A estas inspiraciones responden las siluetas y los detalles de estilo parisino. Las líneas curvas de la chaqueta Bar están cortadas cerca del cuerpo y acortadas en las caderas, donde resuenan en amplios movimientos de tejido: en un hombro, en un volante que hace de bolso, en un generoso abrigo o en un volumen que es Dior.
Todos los detalles se inspiran en la obra de monsieur Dior, transposiciones modernas de la historia de la maison: el lazo – código emblemático de la marca- se deshace, la cinta pasa a través del escote o del revés, como un fular, para cerrar y a la vez acentuar, añadiendo un movimiento dinámico al simple aspecto decorativo.
Esta conversación entre el estilo inglés y el estilo francés se hace eco del diálogo entre el pasado y el presente y entre los intercambios culturales de ambos países. En el siglo XVIII, la moda en Francia tomó un cariz anglómano, mientras que el siglo XX, el movimiento se invirtió y la moda francesa brilló en Gran Bretaña. Comenzando por la de Christian Dior que, por su parte, se inspiró en la moda inglesa. Si sus propios trajes se los confeccionaban los sastres de Savile Row, también empleaba códigos masculinos como las lanas inglesas, los tweeds escoceses y los motivos príncipe de gales para acentuar la feminidad de sus creaciones.
Encuentro entre lo femenino y lo masculino, entre Francia e Inglaterra, que se ha dejado sentir envueltos en vestidos vaporosos, pantalones culotte acampanados, faldas midi y chaquetas y abrigos entallados. Una fusión del british style y el savoir faire parisino que, casi setenta años tras la fundación de la maison, ahora rinde homenaje a todas las interconexiones culturales y creativas bajo el símbolo Blenheim, feudo de los duques de Marlborough y lugar de nacimiento de Winston Churchill.