Su primer desfile, tras casi 20 años dedicado al mundo de la moda, tenía que ser mágico, un sueño que por fin se ha cumplido en la Isla en la que decidió tiempo atrás fijar su futuro. El diseñador gallego Rodrigo Piñeiro presentó el pasado fin de semana su nueva colección de novia y fiesta en un entorno ideal, la Hacienda San Felipe en La Orotava, enclave que se transformó en una improvisada pasarela para acoger un carrusel de elegancia envuelto en una treintena de prototipos que conforman la propuesta del creador para la nueva temporada nupcial.
Gasas, tules, sedas, muselinas, plumetis, flores bordadas, encajes, incrustaciones de pedrería, paillettes y plumas son las texturas elegidas para dar forma a trajes joya, en versión corta y larga, de líneas puras y depuradas que juegan entre volúmenes a vestir de romanticismo a la mujer. Diosas del Olimpo que han servido de inspiración a este creador para armar vestidos en los que predominan los cortes helénicos y romanos, construyendo novias vaporosas y delicadas en las que escotes asimétricos o palabra de honor, cortes a la cintura y transparencias se erigen como principales protagonistas.
El diseñador gallego, afincado en Tenerife, se inspira en la Antigua Roma y Grecia para vestir la nueva temporada
Romanticismo y opulencia entre vestidos que se ciñen en la parte inferior del pecho marcando cintura, para después caer hasta el suelo entre ricos detalles que se bordan de brillo, sofisticación y flores en relieve. Trajes túnica, cuellos halter y largas capas que liberan de opresiones el cuerpo femenino para aquellas novias o invitadas que optan por la comodidad en un día especial.
Superposiciones, contrates de formas y tejidos que desnudan espaldas o dibujan sensualidad entre prototipos en los que predominan siluetas sirena, tirantes a un solo hombro o diseños más boho para crear siluetas atrevidas y seductoras trabajadas en una paleta de color que abarca desde los blancos puros a tonalidades perla, nude, beige, marrón, dorado, plata, negro, rosa, verde y rojo.
Novias, madrinas o invitadas perfectas que hacen un guiño a esas mujeres con curvas que, en definitiva, son a quienes van dirigidas las ricas creaciones de Piñeiro. “He querido mostrar en este desfile el trabajo que llevo a cabo en mi atelier de Los Realejos, donde me alejo de esa talla 36 tan frecuente en pasarela pero que en realidad dista mucho de los encargos que recibo. Por ello, basándome en esta inspiración hacia el mundo de las madonnas italianas o las helenas griegas he querido homenajear a las mujeres reales, a mis clientas”, afirmó el diseñador.
El modisto ha organizado su primer desfile, tras casi 20 años en moda, en la Hacienda San Felipe
Féminas que, además, coquetean con complementos ideales para el cabello, donde recogidos, ondas y trenzas realzan la nueva apuesta de este modisto, especialista en tocados. Tiaras o coronas colocadas en la parte frontal o trasera del peinado entre las que destacan perlas, motivos vegetales o pequeñas mariposas en relieve que Piñeiro ha elaborado artesanalmente fundiendo entre hermosura auténticas joyas que se perfilan como candidatas idóneas para sustituir al velo o las clásicas diademas de flores. Candidez hiperfemenina que paseó entre los casi 200 invitados que asistieron a un evento organizado por la marca Mastrending.
Previo a este desfile, que comenzó con cierto retraso, pequeños fallos de sonido y, sobre todo de iluminación ante la falta de luz para apreciar en detalle los vestidos, también se llevó a cabo la presentación del Restaurante El Mortero que, al igual que el modisto gallego, pasará a formar parte del equipo de la Hacienda San Felipe, una finca transformada en lugar ideal para celebrar una boda con encanto. Renovado personal que también tomó la pasarela para presentar la uniformidad que, a partir de ahora, lucirá en los diferentes eventos y cuyo diseño ha estado a cargo de Rodrigo Piñeiro. Originales prendas de fondo negro y alegres estampados de corazones, al cual precedió un carrusel de trajes de ceremonia masculinos.
Al término del evento, el diseñador se mostró ilusionado con su nueva colección y, sobre todo, con el hecho de ampliar su mercado a nuevas novias gracias a su fichaje por la empresa orotavense. Aunque ha tardado casi 20 años en hacer su primer desfile, pues añadió que “nunca me ha faltado trabajo pero sí tiempo para organizar una pasarela”, al final sus creaciones han tenido su momento de glamour. Un Wedding Day –o más bien Night- que ha reforzado la proyección de un artista que tras estudiar Ingeniería Naval en Ferrol, un día decidió hacer las maletas para poner rumbo a Tenerife y emprender un nuevo futuro en un sector que siempre fue su pasión: la moda.