El gingham o estampado Vichy, similar al mantel de cuadros, es un clásico que regresa con fuerza cada primavera-verano. Un estampado que se alía con las tendencias y que este 2016 vuelve a cobrar protagonismo en cada looks. Aires country y sesenteros, con guiños románticos, que llega en diversos tamaños y formas para vestir la temporada estival de candidez femenina.
El cuadro Vichy, al igual que las rayas marineras, se renueva año tras año en esencia, aunque siempre manteniendo su carácter todoterreno, ideal para el día o la noche. No obstante, para este verano lo que sí cambian son los colores en los que llega envuelto este estampado, apostando por los tonos pastel, colores más oscuros o el eterno binomio blanco y negro.
Un estampado con una larga historia, asociado a menudo a las cestas de picnic y a los manteles, y que en los años 50 y 60 encontró su mejor embajadora en la icónica Brigitte Bardot, quien lo lució en todo tipo de prendas, desde faldas con vuelo a sensuales bikinis e, inclusive, en su vestido de boda con Jaques Charrier en 1959.
No obstante, la historia de este print es mucho más antigua, pues se remonta al siglo XVII . Era el estampado frecuente que utilizaban los campesinos de la región francesa de La Provence para confeccionar manteles y servilletas, aunque fue en la postguerra (1946) cuando la moda masculina lo asumió en forma de camisas rústicas o también conocidas como de «leñador».
Años más tarde los famosos cuadros se convirtieron en diseño para las mujeres y niños, versatilidad de estos coquetos cuadros que, de nuevo, llegan para arrasar en forma de faldas con volantes, vestidos, abrigos, blusas, pantalones, parkas, camisetas e incluso prendas de baño, los cuadros llegan con fuerza y, además, lo hacen para quedarse en tu armario.
Texto: El Atelier.
Foto de portada: Vogue USA.
