Elegancia a pequeña escala se viste de coquetería entre recortes de periódicos o revistas. Un universo en miniatura repleto de detalles, que aprovecha la ligereza del papel para transformarse en joyas exquisitas, originales y únicas. Imaginación seductora que realza el brillo del barniz, la perfección de los acabados y las glamorosas texturas que van dando forma a infinidad de piezas artesanas creadas por las manos de una experta en el arte del reciclado, Maru.
María Eugenia Pacheco, Maru, da nombre a una firma tinerfeña con identidad propia que, en apenas cuatro años de vida, ha sabido dotar de máxima belleza una materia prima tan inerte como el papel o el cartón. “Todo empezó por casualidad. Desde niña me sentía atraída por las actividades manuales, quizás influenciada por mi familia, pues a mi padre le gusta tallar la madera y mi madre es caladora y también borda trajes típicos. Esta atracción por el reciclaje hizo que con 18 años me apuntara a varios cursos en La Orotava, donde aprendí las técnicas del papel, el marmolado o la decoración de papel con fibra vegetal. El resto de mi experiencia ha llegado de manera autodidacta, empleando e innovando con diversos materiales como barro, telas pintadas o pasta de papel”, explica.
María Eugenia Pacheco decidió en 2011 cambiar su profesión de maestra por la de diseñadora y artesana
Curiosidad por aprender los entresijos de un arte que se empapela entre filigranas y que durante años llevó a Maru a combinar su pasión con la que, hasta ese momento, era su profesión. “Estudié Magisterio y Pedagogía y estuve impartiendo clase en diferentes colegios. Un trabajo que compaginaba con mis clases sobre reciclaje de papel o decoración de escenarios. No obstante, en 2009 organicé un taller en casa para enseñar a varias compañeras del trabajo. Sobró tanta pasta de papel que dándole vueltas a ver en qué podía utilizarla se me ocurrió hacer brazaletes. Acababa de regresar de Italia y había traído papel de este país, por lo que comencé a recortar y a dar forma a unas pulseras que, luego, regalé a las amigas. Causaron tanto furor que me animaron a ponerles un precio y así fue como empezaron a comercializarse”, añade.
Maru se ha especializado en bisutería o elementos decorativos en los que el detalle es cuidado al máximo
Los pedidos no tardaron en llegar a través de su blog de manualidades (marupg.blogspot.com.es) y de una página especializada en venta online, haciendo que sus originales piezas volaran a diferentes rincones de la Península. Fue entonces cuando Maru decidió dar un giro en su actividad y centrarse en hacer de su hobby un nuevo medio de vida a través de la bisutería elaborada con materiales reciclados.
Creaciones atemporales que nacen de una inspiración que llega vestida de papel. Un trabajo minucioso donde la habilidad y la destreza de sus manos juegan a transformar fotografías de revistas, calendarios antiguos u hojas de periódicos en caprichosas formas que dan vida a pendientes, anillos, pulseras, broches, colgantes e incluso objetos decorativos como lámparas o jarrones. “Busco y ojeo muchas publicaciones que, inclusive, me traen amigos o familiares de sus viajes. Me fijo en detalles o en los colores de las fotos que me llamen la atención y los recorto para reutilizarlos en mis diseños. Nunca imprimo, porque la calidad que doy a mis piezas no sería la misma. Es lo bonito y lo que diferencia a mis productos. Reciclar pero con un estilo elegante”, matiza.
Papeles que se humedecen para crear arte y que llevaron a Maru a presentarse al carné de artesana en 2011, donde la perfección de su trabajo fue valorada y le permitió comenzar un nuevo ciclo de comercialización a través de las diferentes ferias regionales de artesanía. Tres años de intenso trabajo que consolidaron su marca e hicieron que la demanda de piezas fuera en aumento. “Hace dos años se incorporó mi marido al taller, Jesús Lemus, pues llegó un momento en que yo sola no podía abarcar pedidos, visitar clientes y fabricar. A los dos nos apasiona este campo y, en su caso, también se animó a sacar el carné de artesano en la rama de letras corpóreas, pues le gusta la carpintería y ha aplicado esos conocimientos al cartón. Dejó su trabajo y nos constituimos en una comunidad de bienes dedicados de pleno a los que nos apasiona. Ahora formamos un buen equipo y trabajamos a la par con múltiples productos e incluso decorando escenarios”, subraya.
Jesús tiene, asimismo, su propio producto en venta centrado en crear piezas de gran volumen o especializadas en la decoración de escaparates, encargándose en el taller de Maru de toda la cuestión administrativa y echando una mano en la terminación de las minuciosas piezas que diseña y elabora su mujer. Un mundo de creaciones únicas e intemporales que hace poco más de un año pasó a formar parte del programa Tenerife Moda del Cabildo Insular. “Hasta ahora habíamos pertenecido al colectivo de artesanos, pero reconozco que formar parte del colectivo de moda le ha dado un valor diferenciado al producto, además de que te motiva para experimentar y pensar en hacer cosas más artísticas, dejando más libre a la imaginación”, comenta.
“Me encanta el diseño y la decoración e intento combinar ambas facetas en mis creaciones, teniendo en cuenta esta visión a la hora de elaborar los complementos e incluso el empaquetado. La base de mi trabajo siempre es papel y cartón reciclado, especialmente el papel italiano, aunque hay otras piezas en las que he incorporado materiales diferentes como croché o calados. Asimismo, me gusta decorar con pintura, dorados o con la técnica de marmolado, que es al agua. Me apasiona experimentar e inclusive hay algunas piezas a las que he añadido cristales de Swarovski, aunque no las he puesto aún en venta. Por ello, he pensado recuperar parte de estas colecciones cápsula que tanto gustaron para la próxima línea primavera-verano 2015, en la cual comenzaré a trabajar en breve”, adelanta Maru.
Recortes de revistas de moda u hojas de periódico reciclado son la materia prima de originales creaciones
Abanico de colores y brillos que logran transformar una fotografía publicitaria en trocitos de papel de glamour para llegar al mercado en forma de complementos a precios que oscilan entre los 8 y los 20 euros, dependiendo de la exclusividad del material o del diseño. “Actualmente vendemos en ferias, en el propio taller, en nuestra página online, en las tiendas de artenerife y en los museos de Historia o de la Naturaleza y el Hombre. También, hemos logrado estar presentes en diversas tiendas de la Península gracias a que el pasado mes de septiembre asistimos a Momad Madrid, una feria que nos ha ayudado a ampliar el producto a otros puntos del país. A todo ello se suma el hecho de que recientemente Marco y María (M&M) ha dado la oportunidad a varios artesanos tinerfeños de tener un punto de venta en su nueva tienda en Santa Cruz, por lo cual estamos muy contentos”, asevera.
Proyectos que van tomando forma y sueños que van haciéndose realidad en un camino lento, pero seguro, que va guiando los pasos de esta firma artesana por el mundo de la moda. Entre los retos a corto plazo, Maru apunta que la intención es repetir el próximo febrero en Momad, así como plantear alguna nueva línea de bisutería donde prevé fusionar plata o pan de oro a su ya tradicional base de papel con el fin de enriquecer el producto.
Coquetas creaciones que se cubren de nuevas ilusiones, que se envuelven de elegancia y que buscan marcar una diferencia estética bajo el sello de una enseña que renuncia a fabricar en serie para seguir apostando por un trabajo artesano en el que prime más la calidad que la cantidad. Arte entre papel y papel entre arte.