En su autobiografía, Christian Dior sugería que había dos Dior: el hombre y el mito. El primero era Monsieur Dior en persona. El segundo, el encarnado por la Maison creada en 1947. Basándose en el fundador de la marca francesa, el nuevo director creativo de la casa, Kim Jones, ha elegido interpretar los códigos del gran diseñador para dar forma a su primera colección masculina, lo que constituye un homenaje doble a la personalidad de Christian Dior y al sueño de alta costura que su marca simboliza.
La alta costura ha influido en el savoir-faire y la selección de materiales que construyen la nueva propuesta primavera-verano 2019, principalmente mediante la utilización de una toile de Jouy elegida para la boutique original del número 30 de la avenue Montaigne, decorada por Victor Grandpierre. Este código Dior, inspirado en el legado de la Maison, aparece en versiones de jacquards o en bordados, en materiales tan opuestos como el tul o la piel, o en plumas.
La identidad de la alta costura, esencialmente femenina, se adapta aquí al vestuario masculino, dando vida a prendas suaves, de hombros redondeados y líneas depuradas. Un cuello estilo bufanda aparece en la parte trasera de las camisas para dejar ver el nacimiento del cuello. Una nueva chaqueta Dior, bautizada Tailleur Oblique, envuelve la silueta con una línea diagonal, en referencia a uno de los modelos creados para la colección otoño-invierno 1950.
Asimismo, los motivos florales cobran vida reinterpretados en dibujos contemporáneos, que posteriormente se trabajan en estampados o bordados. Las plumas bordadas por el taller Lemarié se recubren con vinilo, recordando el esmalte de la porcelana fina. Un universo decorativo que, además, inspira la paleta de la colección: azul, blanco, rosa claro, uno de los colores de su casa de la infancia en Granville, gris o amarillo.
Esta colección primavera-verano 2019 también está salpicada de referencias a la vida privada de Monsieur Dior. Motivo recurrente: su perro Bobby, que había inspirado una edición limitada del perfume Miss Dior y dio su nombre a numerosas creaciones. Las joyas reinterpretan también un sello utilizado por la familia Dior para su empresa en los años 1920, como también un símbolo bordado, procedente de la tarjeta de nacimiento de Christian Dior, en 1905.
Los accesorios encuentran su origen en el patrimonio único de la maison. El emblemático bolso Saddle renace primera vez en versión masculina y la marroquinería multiplica las referencias en versión bordada. Por su parte, Yoon, cofundadora de la etiqueta japonesa Ambush, ha versionado, en joyas, los iconos Dior como las iniciales «CD», las flores y los insectos. Por su parte, Matthew Williams ha concebido una nueva hebilla de metal que adorna los accesorios. Stephen Jones ha creado sombreros a partir de modelos originales «Christian Dior Monsieur» procedentes de los archivos de la Maison. Finalmente, como un encargo especial, el artista KAWS, ha creado la pieza central de la escenografía del desfile, una escultura monumental que representa su figura emblemática, BFF.
Completamente recubierta de rosas, simboliza la silueta de Christian Dior que sostiene en sus brazos el frasco de perfume Miss Dior con la efigie de su perro Bobby. KAWS también ha reinterpretado la abeja, otro emblema de Dior, que se posa sobre las prendas, en forma de bordados y estampados, que ilustran esta cita de Christian Dior: «Y cuando tomamos la naturaleza como referencia, no podemos nunca equivocarnos realmente».
